Falta de pruebas y evidencia que los incriminara llevó a que la Justicia decidiera dejarlos en libertad. Habría un cuarto sospechoso en la mira. Los investigadores dejan casi por descartado un homicidio en ocasión de robo. Creen que fueron directamente a matarlo.
Las tres personas que estaban demoradas bajo sospechas de alguna participación en el asesinato del encargado de una quinta citrícola del paraje Pago Arias, cercano a la localidad de Mburucuyá, recuperaron la libertad por disposición de la Justicia que no halló elementos contundentes en su contra.
Se trata de un adolescente de 17 años y dos hombres mayores, de 19 y 37 años, todos habitantes de la zona y conocidos de la víctima, Ricardo Ruiz Díaz, de 51.
Los investigadores del caso ayer estaban abocados a distintos trabajos de recolección de nuevas evidencias y testimonios. Entre los procedimientos se destacan rastreos de llamadas desde y hacia el teléfono de Ruiz Díaz en las últimas semanas.
“Lo mataron desde corta distancia cuando presuntamente iba a apagar el motor de una bomba de agua. Al parecer le dispararon desde el otro lado de un tejido perimetral, cuando le daba la espalda al tirador. No tuvo opción de defensa o intento de escape. Lo mataron a traición con dos tiros de escopeta”, recalcó una fuente cercana a la pesquisa.
El crimen se produjo el viernes a la noche en un establecimiento citrícola situado a un lado de la Ruta Provincial 13, a unos 120 kilómetros de la capital correntina.
La casa habitada por Ruiz Díaz, quien estaba a cargo del lugar, se halla a la vera de un camino vecinal, a unos 600 metros de la carretera que une Mburucuyá con Saladas.
Todavía no hay certezas en cuanto al móvil del ataque.
Sin embargo, de a poco parece desvanecerse la hipótesis de que fue un acto en ocasión de robo.
Dinero que el hombre debía utilizar para abonar a trabajadores de la quinta, acto que realizaba todos los días sábado, fue hallado adentro de su automóvil.