Por segunda vez en el año el jardín de Infantes “Fe y alegría” del Bº Ongay fue el blanco de los delincuentes. Si bien no se llevaron nada, los ladrones ya tenían preparado una bolsa con juguetes de los niños que diariamente concurren al establecimiento. Gracias al alerta de los vecinos, el hecho fue frustrado.
Josefina Bernárdez, directora de la institución, dialogó con Radio Sudamericana y contó que el hecho se produjo el lunes por la noche, durante la fuerte tormenta que se desató en la región.
Los vecinos del Bº Ongay habían escuchado ruidos extraños y decidieron alertar a la policía teniendo en cuenta que el jardín “Fe y Alegría” ya había sido robado a principios de octubre. Los delincuentes forzaron la puerta, juntaron algunos juguetes, pero no lograron llevarse nada.
“Es increíble pero es así; la policía encontró una bolsa con varios juguetes que los chicos utilizan durante todo el día. Por suerte no se llevaron nada, pero es muy preocupante lo que vivimos”, dijo la directora. Se presume que jóvenes que vivirían en el barrio son los autores de los consecutivos robos.