Vecinos que resultaron afectados por las inundaciones manifestaron a medios de comunicación que se negaron a abandonar sus hogares por temor a ser víctimas de robos. Si bien muchos fueron trasladados a centros de evacuados, otros prefirieron quedarse cuidar sus casas.
El agua cubre la calle, entra en las casas, arrasa con todo a su paso. Pero algunos habitantes del barrio Ponce siguen firmes, sentados y aferrados a una esperanza. Tienen miedo de perderlo todo, hay personas que no quieren abandonar sus casas por temor a robos y saqueos.