Se trata de Luis Antonio Rivero, de 40 años. Las víctimas son menores de entre 8 y 10 años. De acuerdo con la investigación, los abusos se cometieron desde 2017 a 2021.
Un hombre de 40 años es juzgado en el Tribunal Oral Penal Nº 2 de Corrientes por haber abusado sexualmente de cinco menores, entre ellos, su hija de 8 años en una vivienda situada en el asentamiento del barrio Caridi de la capital correntina.
Se trata de Luis Antonio Rivero, a quien se lo acusa de los delitos de abuso sexual con acceso carnal en la modalidad de delito continuado y abuso sexual simple.
El debate se inició a mediados de diciembre y el lunes se llevaron a cabo las testimoniales que debieron ser suspendidas por el corte de energía eléctrica en la capital correntina, ya que la defensora oficial y un integrante del Tribunal participaban de la jornada de manera remota.
El juicio se reanudará el 8 de febrero a las 10.30 con el testimonio de la psicóloga Manzanelli. Luego de su declaración está previsto que se inicien los alegatos.
El Tribunal Oral Penal N° 2 está conformado por los jueces Ariel Azcona, Juan José Cochia y Román Facundo Esquivel. En tanto que en representación del Ministerio Público se encuentra el fiscal Gustavo Schmitt.
De acuerdo con la investigación el caso fue denunciado el 23 de agosto de 2018 en la División de Delitos Sexuales por un hermano del acusado.
En su relato contó que una maestra particular concurría a su domicilio para darle clases de apoyo a su hija. Fue entonces que en una de las clases, la niña se animó a contarle a la docente la pesadilla que vivía hace tiempo. Precisó a su padre que cuando asistían a la casa de su tío -que vive cerca porque se trata de una gran familia que reside en el asentamiento del barrio Caridi-, él la sometía y que varios de sus primitos también fueron violados.
Tras un operativo policial aprehendieron a Rivero que luego fue alojado en la Unidad Penal Nº 6 y lo procesaron.
Al profundizar la pesquisa, se pudo determinar que los abusos fueron cometidos desde el 2017 al 2021. Las víctimas fueron su hija de 8 años, tres sobrinas de la misma edad y un sobrino de 9.
Todos los niños declararon en Cámara Gesell y todos coincidieron en su relato en la modalidad empleada por el acusado. Los abusos siempre se cometían cuando se quedaban al cuidado de Rivero. Las víctimas debieron recibir atención psicológica para poder sobreponerse del calvario vivido.