La justicia federal investiga una red colombiana que coopta a personas para hacerlas trabajar en talleres y vender muebles con préstamos usurarios, negocio quizá vinculados al lavado de dinero del narcotráfico. Corrientes una de las cuatro provincias con causas judiciales abiertas.
En 2013, un procedimiento judicial que abarcó diez provincias produjo allanamientos en 90 talleres clandestinos, de los que fueron rescatadas 200 personas en condiciones de esclavitud. Aquí quedaron detenidas 30. Un juez las sobreseyó; el fiscal apeló. Hace pocos días, la Cámara Federal ordenó seguir investigando el lavado de dinero y está por expedirse sobre la causa de trata.
La investigación comenzó en 2010, cuando Migraciones advirtió a la Fiscalía General Federal de esta provincia sobre el llamativo arribo de importantes cantidades de artesanos colombianos sin dinero que se alojaban en un mismo domicilio. Entre 2009 y 2011 ingresaron 3000 al país. El fiscal Enrique Senestrari quedó a cargo de la investigación, que reveló la existencia de una red.
El fiscal federal que investiga el tema en esta provincia, recibió ahora un expediente de San Luis que tiene imputada a la misma gente que él acusó. Entre ellos está Germán Vázquez Vázquez, el contador de la red que junto a otras 30 personas estuvo detenido aquí. Los liberó el juez Ricardo Bustos Fierro, que entendió que no integraban una asociación ilícita, sino que tenían entre ellos relaciones interpersonales.
Ante la apelación de Senestrari, la Cámara Federal le ordenó seguir investigando el lavado de dinero y debe expedirse sobre la causa de trata. La decisión llegaría después de la feria judicial. El fiscal confirmó a LA NACION que recibió el expediente puntano y que "permanentemente" tiene llamadas de colegas de diferentes puntos del país: "Son investigaciones, incluso, más nuevas. Las hay en Rosario y en Corrientes.
Las maniobras son idénticas". La justicia de Orán, en Salta, también tiene otra.
La modalidad "gota a gota" o "paga diario" -de los muebles, que se entregan en cuotas con intereses altísimos- se expande por la región y la convicción es que va de la mano de la trata de personas, el lavado de dinero narco y el sicariato. Al que no puede pagar, la organización le presta plata, y si no cumple, las consecuencias pueden ser temibles
