Luego de la reunión del pasado martes en la plaza Giachino, en la que un grupo de policías reclamó ante el ministro de Seguridad, Horacio Ortega, y el jefe de Policía, Eduardo Acosta, mejoras salariales y laborales, la jornada de ayer estuvo cargada de presiones y mensajes. Desde el gobernador, Ricardo Colombi, hasta el propio ministro, la arenga oficial fue incesante para apaciguar mediáticamente el reclamo que, desde las bases de la fuerza, amenaza con convertirse en una movida similar a la ocurrida hace casi diez años.
Referentes de la fuerza que el martes comunicaron las pretensiones a los funcionarios, indicaron a Norte Corrientes que el petitorio a entregar el lunes tendrá, como eje central, un significativo aumento de los haberes, que debe rondar entre los $18.000 y $20.000 como mínimo para las escalas más bajas. Esa solicitud estará en manos del ministro el lunes a la mañana, el que deberá tener una respuesta en 48 horas, de acuerdo a lo decidido.
El miércoles nos reunimos en la plaza 25 de Mayo, y debemos tener una respuesta por sí o por no, pero una respuesta. Nada de promesas para el año que viene, afirmaron con contundencia. Incluso, graficaron las acciones a seguir en caso de respuestas negativas o que no estén en el marco de lo peticionado. Si se tiene que podrir todo, que se pudra. Hay que ir al Puente a cortar el tránsito, se afirmó a través de una arenga que ayer circuló por los sistemas de comunicación que tiene la fuerza y mensajes por redes sociales.
La situación se asemeja a aquella vivida en 2008 cuando efectivos de la fuerza mantuvieron una protesta en el puente Belgrano en reclamo de mejoras salariales, lo que incluso motivó una sesión especial de los Diputados a la medianoche para destrabar el conflicto que llevaba varios días. Norte Corrientes