El jugador del Barcelona fue hallado culpable de evadir 4,1 millones de euros. También fue sentenciado su padre Jorge Messi.
La pena no implica ir a prisión al ser inferior a 24 meses, tal como establecen los códigos españoles para su cumplimiento efectivo.
Messi y su padre fueron juzgados en junio por fraude fiscal a la Hacienda española por un total de 4,1 millones de euros.
La sentencia corresponde a delitos ocurridos durante los ejercicios entre 2007 y 2009.
El Ministerio Público sostuvo en el juicio que el mecanismo de defraudación consistió en "simular" la cesión de los derechos de imagen del jugador "a sociedades puramente nominales radicadas en paraísos fiscales", como Belice o Uruguay, y "complementariamente" formalizar contratos entre esas mismas empresas u otras domiciliadas también en el extranjero, como el Reino Unido o Suiza.
El tribunal sostuvo que no cree que Messi no supiera nada, sino que decidió "permanecer en la ignorancia", indiferente ante unos manejos fiscales que acababan beneficiándole.
La familia Messi ya depositó cinco millones de euros en el juzgado y regularizó el pago de tributos acumulados.
Barcelona emitió un comunicado en el que apoya al mejor jugador del mundo y se pone a su disposición.
La sentencia puede ser apelada ante el Tribunal Supremo.