De todos los acusados, solo uno se presentó a declarar ante el Juzgado de Instrucción N° 1. Es por eso que el abogado querellante solicitó la inmediata detención de los agentes porque existe un riesgo procesal, ya que continúan cumpliendo funciones.
Tramitaron la eximición de prisión los ocho agentes imputados por el asesinato de Ezequiel García, el joven de 20 años que falleció en la Unidad Penal N° 6 de San Cayetano el pasado 13 de enero, tras sufrir una brutal golpiza por parte de un grupo de penitenciarios.
En tanto, el abogado querellante Hermindo González solicitó la inmediata detención de todos, ya que debían presentarse a declarar en el Juzgado de Instrucción N° 1, y solo uno asistió.
“Todos los agentes se encuentran imputados por homicidio calificado. Estamos hablando de tortura seguida de muerte y siguen prestando servicio en el mismo lugar donde se produjo la muerte de García. Eso conlleva a que hay riesgo procesal. Se puede alterar o hacer desaparecer pruebas importantes para la causa”, explicó el letrado a El Litoral.
La jueza Graciela Agrasso de Caballero deberá resolver el pedido solicitado por los penitenciarios. Se estima que la resolución se daría a conocer cuando culmine la feria extraordinaria dispuesta ante la crisis sanitaria. Laura Silvero, madre de la víctima, declaró que “los médicos confirmaron que tenía golpes, le rompieron la parte frontal de la cabeza, lo que provocó la muerte, y estaba esposado de manos y pies”.
Agregó: “Lo que no puedo entender es cómo a un chico tan joven lo trataron así. Lo torturaron hasta matarlo. Él tenía un resguardo físico ordenado por un juez y lo terminaron matando ellos” (en referencia a los penitenciarios).
“Manchita” le decían a Héctor Ezequiel García, que tenía 20 años y esperaba el final de la feria judicial en la cárcel de procesados para recuperar su libertad. Se había probado su falta de culpabilidad luego de estar casi un año preso. Murió en horas de la siesta, ese miércoles de enero, después de una golpiza por parte de un grupo de penitenciarios en la Unidad Penal Nº 6 de San Cayetano. No pudo recibir el almuerzo que ese día le llevó su madre. Ni pudo volver a su casa, aunque se había comprobado su inocencia.
Su muerte llegó en medio de los reclamos de los internos por intentar conseguir recursos para prevenir la propagación del covid, el 13 de enero.
Cabe recordar que ocho penitenciarios fueron imputados en la causa, pero permanecen en libertad hasta el momento. El abogado querellante explicó que se elaboró una imputación que fue presentada por la fiscal Sonia Meza por los delitos de torturas y apremios seguidos de muerte. Dijo además que “los penitenciarios participaron en la golpiza propinada a García, ocasionándole heridas graves que derivaron en su muerte”. Luego sostuvo que “en la reconstrucción no quedaba duda respecto de una muerte traumática provocada por torturas y apremios. Esos golpes, por la intensidad y magnitud, le provocaron una depresión en el sensorio y una posterior muerte”.