Ocurrió en una prisión de Villa María, Córdoba. El hombre de 35 años, que cumplía cadena perpetua por otro asesinato de una mujer, degolló a su pareja, de 34. Es el tercer femicidio dentro de un centro penitenciario argentino en el último mes, tras los casos ocurridos en Tucumán y Salta.
Una cárcel de la Argentina fue escenario una vez más de un femicidio. Tal como ocurriera hace semanas en centros penitenciarios de Tucumán y Salta, un preso que se encontraba encerrado en una prisión de Villa María asesinó a su mujer con un cuchillo y luego se suicidó.
Se trata de Franco Arsenio Benítez, de 35 años, quien cumplía una condena a prisión perpetua desde 2006 por el asesinato de otra mujer y de la hija de ambos.
En tanto, la víctima se llamaba María Luján Aguilera, de 34 años, quien falleció, según las fuentes policiales, a causa de un degollamiento.
El hecho ocurrió durante la tarde del domingo, poco después de las 19, cuando el personal penitenciario del centro de detención de Villa María comprobó que una de las mujeres que visitaban a sus familiares presos no salía del punto de encuentro. Al llegar, se encontraron con ambos cuerpos, tendidos en la cama.
La mujer tenía cinco hijos. Sólo uno, el más pequeño, vivía con ella. Los cuatro restantes residían junto a familiares bajo el resguardo de un Juez de menores.
Aún en prisión, Benítez reincidió en el crimen. En 2006, había asesinado a su entonces pareja, Sandra Patiño, de 21 años, y a la hija de ambos, Selene Desiree, que no tenía ni dos años. El crimen se produjo pocos días después del bautismo de la bebé.
De esta manera, los crímenes de femicidas dentro de las propias cárceles pareció convertirse en una trágica "moda". El 21 de diciembre, Henry Coronado, un detenido de la prisión de Villa Urquiza, Tucumán, mató a su mujer Elizabeth Aguirre y luego se quitó la vida. A su vez, el 5 de enero, Gabriel Roberto Herrera, un preso de la cárcel de Villa Las Rosas, Salta, ahorcó a su pareja, Andrea Neri delante del bebé de ambos, de apenas un mes. El hombre salió del calabozo 372 con el niño en sus brazos y confesó: "Acabo de matar a mi mujer".
Unos años antes, el propio Herrera también había asesinado a una pareja durante una visita en la cárcel.