Tenía 16 años cuando quedó en coma. Las secuelas fueron muy graves. El STJ pidió cambio de carátula tras un fallo del TOP de Goya y envió a revisar la anterior sentencia. Finalmente, los cinco imputados recibieron mayor pena.
Rodrigo S. tenía 16 años cuando un 27 de febrero de 2016 recibió una brutal paliza con palos y cadenas en la esquina de Raimundo Reguera y Ruperto Montenegro de la localidad correntina de San Roque, a 140 kilómetros de la capital provincial. Cinco fueron los acusados del ataque que lo dejó en coma. Uno de ellos menor de 17 años. A seis años y ocho meses del caso, el Tribunal Oral Penal (TOP) de Goya condenó a diez años de cárcel para cuatro de ellos.
En octubre de 2018 el TOP de Goya, en sólo dos audiencias, condenó a Joaquín Fernández, Emiliano Sosa, Nicolás Pozzer, Francisco Fernández y a Andrés Domínguez -que en el momento del hecho era menor de 17- a la pena de tres años de prisión efectiva por encontrarlos culpable por el delito de "supuestas lesiones graves agravadas por el número de intervinientes (por ser dos o tres personas) y agravadas por la intervención de un menor".
Sin embargo en febrero de 2020, a dos años del veredicto, desde el Superior Tribunal de Justicia (STJ) se solicitó que se revea el fallo y pidió cambio de carátula a "homicidio en grado de tentativa" cuya condena va desde los 8 a 25 años de cárcel.
Ayer, el TOP de Goya condenó a 10 años de prisión para Pozzer, Sosa y los hermanos Fernández, mientras que Domínguez, que en el momento del hecho era menor, recibió una pena de 3 años de "condena condicional".
Cabe recordar que desde la querella se puso principal énfasis en el informe presentado por la junta médica, que expresó que Rodrigo S. no pudo declarar en el juicio estableciendo el grado de lesión y los puntos de incapacidad que le ocasionaron los golpes recibidos en la cabeza y partes del cuerpo.
Conocido el nuevo fallo, el tío de Rodrigo, de nombre Guillermo, se mostró conforme y manifestó su beneplácito ante el comunicado de la Justicia.
"Sólo queremos como familia que paguen el daño que hicieron a mi sobrino y cumplan la condena", señaló a época.
El hecho
El 27 de febrero de 2016, Rodrigo, de 16 años, decidió salir con un amigo.
Ambos llegaron hasta el cruce de las calles Raimundo Reguera y Ruperto Montenegro. En esa esquina céntrica estaban siete muchachos quienes compartían una reunión de amigos.
Tras insultos de ambos lados terminó con la brutal agresión: Rodrigo recibió una golpiza con palos y cadenas.
Su amigo Joaquín, también menor, decidió alejarse y buscar ayuda. Los ataques contra Rodrigo siguieron por parte de los cinco muchachos.
Tras investigaciones se determinó que entre los que participaron de la agresión había un menor de 17 años.
La Policía llegó al lugar luego que un sereno de la zona comunicara del hecho a la fuerza. Los efectivos encontraron a Rodrigo inconsciente y con cortes en la cabeza.
Lo llevaron al hospital local, pero por la gravedad de las lesiones que sufrió fue derivado hasta la capital al hospital Pediátrico Juan Pablo II y quedó internado en coma.
Meses después le dieron el alta domiciliaria, pero las secuelas fueron gravísimas: el muchacho estuvo sin poder hablar ni moverse.
Hoy continúa con su recuperación, pero las lesiones lo acompañarán el resto de su vida.
"Tiene trastornos neurológicos", aseguró época su tío Guillermo, quien sigue de cerca la evolución de su sobrino.