Incineraron en el cementerio central de Neuquén 583 kilos de marihuana que fueron secuestrados en Corrientes a una banda narco que tenía como base Zapala. El golpe fue coordinado por la jueza federal Silvina Domínguez y contó con el apoyo de Gendarmería Nacional. La droga tenía como destino Chile.
1,2 millones de dólares es el valor del cargamento secuestrado en Chile.
La quema se realizó ayer a la mañana en el crematorio del cementerio de la capital neuquina.
Los gendarmes arrojaron al horno 838 ladrillos de marihuana que ardieron en cuestión de minutos a unos 800 grados centígrados. La próxima semana podrían quemar un nuevo cargamento.
Un largo año
Tras casi doce meses de trabajo de inteligencia, el pasado 28 de julio se logró desbaratar una organización narcocriminal tras un golpe exitoso que permitió secuestrar toda la marihuana incinerada ayer en el cementerio.
La investigación arrojó que en Zapala había una célula narco que se encargaba de acopiar la droga y armar los cargamentos ocultos, algunos en vehículos, para cruzar al vecino país, donde la marihuana se comercializa a alrededor de 2000 dólares el kilo, mientras que en Neuquén esa misma cantidad no supera los 700 dólares.
Escuchas y cruce de información permitieron establecer la ruta de la droga, que ya ha dado a conocer este medio en una investigación, la cual arranca a la vera del Paraná por donde balseros cruzan la marihuana a Corrientes, en este caso.
Por orden de la jueza, se realizó el operativo en la localidad correntina de Ituzaingó, limítrofe con Paraguay, donde secuestraron los 583 kilos ocultos en el doble fondo de un chulengo que estaba en un carro enganchado a una camioneta Chevrolet S-10.
El líder de la organización operaba desde una cárcel de Buenos Aires. En la actualidad hay un detenido por tráfico de drogas.
