Efectivos en actividad llegaron hasta el jefe de la fuerza y pidieron “soluciones ya”. El Comisario General Acosta anticipó mejoras para diciembre.
“Lo que necesitamos es para ahora. No podemos esperar a diciembre. Hace cuánto no recibimos uniformes, tenemos una crotera y nuestras botas están todas agujereadas”. Los planteos fueron hechos por policías activos en la mañana de ayer ante su mando superior, el comisario general Eduardo Acosta, y el subjefe, Mario Mendoza, también comisario general. Una veintena de efectivos entre activos y retirados ingresaron a la Jefatura de la fuerza frente a la plaza 25 de Mayo en la calle Quintana. En el patio interno de la sede policial los esperaban los titulares de la Policía provincial, que no tuvieron ningún tipo de reparos en aceptar los reclamos. Acosta, lo más cercano a una solución que dio fue un anticipo de que “en diciembre se va a mejorar el salario de ustedes”. Se refería a los sueldos del personal activo. El jefe de los efectivos reiteró durante toda la charla, que duró casi una hora: “Nosotros sabemos de sus reclamos y hablamos con el ministro (de Seguridad) y hasta con el propio Gobernador”. El funcionario remarcó que las autoridades políticas están abocadas a la cuestión. El pasado lunes, tan sólo cuatro días antes del encuentro de ayer, el Gobierno había anunciado una batería de mejoras salariales para todos los agentes estatales incluidos los efectivos. Pero esas mejoras apuntaron a los retirados y terminó siendo una gota de nafta sobre una brasa. Antes de la reunión, los policías marcharon por el microcentro junto a dirigentes sindicales de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), se concentraron frente a la Gobernación y de allí se dirigieron al edificio policial.
En el inicio de sus palabras, Acosta soltó una inquietante declaración: “Lo que nos preocupa es el antecedente que tiene nuestra fuerza, que tenemos todos, de los años anteriores (se refirió al acuartelamiento y corte del puente General Belgrano en mayo por parte de efectivos de la fuerza por mejora salarial) el tema de que los reclamos empiecen a irse para un lado. Sé que la situación es difícil, que el policía espera hasta lo último para hacer su reclamo y por eso accedimos a hablar con ustedes porque se manifestaron con respeto”. No caben dudas de que la administración provincial está en alerta y justamente ayer circuló por las redes sociales una serie de comunicados (no oficiales) y audios, citando protestas que derivarían en acuartelamientos.
La parte final de la reunión fue el abordaje del impacto de los últimos aumentos (anunciados el lunes último). “Son de $400. La mínima a la que llegamos es $9.500”, decía un joven suboficial mientras agitaba en una de sus manos el recibo de sueldo. El titular de la Dirección de Personal intentó despejar: “Nos pueden hacer cálculos generales porque todos los salarios son distintos, son distintos porcentajes e ítems”, dijo, pero no cesaban las citas de cifras salariales que cada uno de los efectivos presentes en el patio interno de la Jefatura expresaba para graficar su situación económica actual. Reiteraban al unísono que no podían esperar hasta fin de año. “Si esto no se arregla vamos a pasar el límite”, dijo uno de los que parlamentaba. “Yo tengo confianza de que eso no pasará”, repuso Acosta.