El dirigente kirchnerista/comunista Luis D’Elía es ampliamente conocido por sus declaraciones fuertes. Se trata, sin duda, de uno de los referentes más polémicos y conocidos de ese espacio.
Este jueves volvió a estar en el centro de las noticias. Afirmó, en una entrevista televisiva, que "a Macri habría que fusilarlo en la Plaza de Mayo delante de todo el pueblo”.
Posteriormente, a medida que transcurrió el día, D’Elía intentó amortiguar el impacto de sus palabras. “Lo que hice en un programa de televisión fue una reflexión histórica y planteé una metáfora en tiempo potencial: ¿qué harían Eva Perón, el general San Martín y el general Belgrano con personajes como Mauricio Macri?”, buscó explicarse en declaraciones a C5N.
Esto no evitó que el Ministerio de Seguridad decidiera denunciarlo ante el Poder Judicial. El encargado de hacerlo fue Pablo Noceti. Se trata del hombre que fue el responsable político directo de la represión que llevó a la muerte de Santiago Maldonado. En pocos días se cumplirá un año de ese brutal operativo ordenado por el funcionario.
El gobierno denunció al dirigente kirchnerista por el presunto delito de “instigación a cometer delitos” y por el de “intimidación pública”.
En su cuenta de Twitter, la ministra Patricia Bullrich escribió “vamos a ser firmes contra él y contra todos los que pretendan ejercer conductas patoteras y antidemocráticas”.
Hablar de “democracia” suena a sarcasmo viniendo de la mujer que hace pocos días respaldó públicamente a los prefectos reprimieron y asesinaron al joven Rafael Nahuel en Villa Mascardi.
La decisión del gobierno debe ser inscripta en el marco del discurso y la política represiva oficial. Han sido recurrentes las denuncias -e incluso detenciones- de personas que solo realizaron comentarios críticos en las redes sociales contra la figura presidencial.
Contrariamente a eso, los grandes delincuentes que, por ejemplo mediante la corrida cambiaria saquearon el país en los últimos meses, solo han recibido más beneficios. Para el macrismo la "patoteada" de "los mercados" no tiene ninguna importancia, aunque empujen las subas de precios y la fuga de divisas.
Vale la pena mirar las cosas desde otro ángulo también. El discurso de D’Elía se parece bastante a una fanfarronada. El kirchnerismo, en sus distintas variantes, ensaya discursos duros mientras tiene una política que busca desmovilizar y canalizar todo el descontento por la vía electoral. En ese objetivo no hay contratiempos a la hora de convocar a unir fuerzas con quienes fueron llamados "traidores" como Sergio Massa o Juan Manuel Urtubey.
Hay que condenar abiertamente todas las medidas persecutorias del gobierno y sus funcionarios. Bajo las normas actuales se utiliza las palabras para criminalizar a sectores de la oposición.
Sin embargo, también hay que se conciente de las fanfarronadas vienen a cubrir por izquierda la negativa a cualquier política seria para enfrentar al macrismo en la actualidad.
Al ajuste de Macri y el FMI, que hunde el nivel de vida del pueblo trabajador, no basta con oponerles palabras fuertes. Por el contrario se hace necesaria la organización y la lucha activa en las calles, de manera permanente. Cuestión a la que el kirchnerismo ha renunciado para negociar con el resto del peronismo hacia el 2019.
