Se trata de personal que presta servicios en la Dirección de Servicios Educativos de Prevención y Apoyo (DISEPA), dependiente del Ministerio de Educación provincial, llevan ocho meses sin ser contratados y sin poder facturar ya que se desempeñan como monotributistas de dicha repartición estatal.
Son profesionales que trabajan en la prevención y apoyo psicoeducativo, psicopedagógico y socioeducativo a los establecimientos de educación pública, promoviendo además el fortalecimiento y enriquecimiento constante de la propuesta educativa en toda la Provincia.
Los agentes explicaron en un comunicado enviado a los medios que desarrollaron su tarea en 14 equipos zonales distribuidos tanto en la capital provincial como en el interior, de forma itinerante intervienen en escuelas, determinadas por cercanía geográfica. Disponen también de con una serie de Programas cuyos objetivos están vinculados a responsabilidades y obligaciones que asume hoy la educación: Programa de Educación Sexual Integral (ESI); Programa de Convivencia Escolar; Programa Por los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes; Programa de Educación y Prevención sobre las adicciones y el Consumo Indebido de Drogas. Contando además con el Centro de Atención a las Trayectorias Escolares (CATE) y Centro Provincial de Mediación Escolar.
“Cada uno de estos equipos están integrado por equipos técnicos interdisciplinarios de Psicólogos, Psicopedagogos, Trabajadores Sociales, Operadores en Psicología Social (OPS) y profesores. Si bien –detallaron- muchos de los integrantes de la dirección hoy en día cuentan con Contratos Provinciales con la categoría más baja y sin reconocimiento como profesionales. Otros tanto se encuentran en calidad de locadores de servicio (una forma de precarización laboral) teniendo que afrontar los gastos que requiere ser monotributista (pagando Afip y Renta). Muchos profesionales se encuentran en la dirección hace varios años en calidad de monotributista y como todos los años existen falencias para el cobro de los honorarios. El contrato de locación de servicio es firmado casi siempre a mediados de año por un monto fijo que lejos está de llegar al salario mínimo vital y móvil. Al día de la fecha nos encontramos sin novedades respecto a nuestro contrato por lo tanto no podemos facturar nuestros servicios de ocho meses ya trabajados”.
En ese marco apuntaron que “teniendo en cuenta la crisis por la cual atraviesa nuestro país, se hace insostenible esta situación y ese ‘ahorro forzado’ ha perdido tanto valor que un sueldo de $28.000 por mes nos ubica por debajo de la línea de la pobreza. Somos profesionales y necesitamos respuestas ante esta situación y por sobre todo dejar de naturalizar esta precariedad laboral”.