Durante más de dos horas, Cristina Kirchner declaró como testigo ante el fiscal Jorge Di Lello en la causa que inició en 2015 para se investiguen las maniobras de supuesta defraudación en operaciones con dólar futuro por parte de funcionarios del gobierno de Mauricio Macri. "Hay que observar que la devaluación del actual gobierno trajo millonarias ganancias para quienes compraron dólar futuro", refiriéndose a algunos integrantes del gabinete del actual gobierno y consideró que se habría tenido un vicio delictivo "porque la devaluación se decidió en el Ejecutivo y no en el Banco Central". Defendió la decisión de que durante su gestión la política monetaria "la tomaban las autoridades del Central" y que es una medida "habitual en todos los bancos central del mundo".
En medio de un fuerte operativo de seguridad que incluyó un doble vallado y efectivos de la policía federal en los accesos al edificio de Tribunales, como en el quinto piso la ex Presidenta llegó a la fiscalía de Jorge Di Lello a las 10.53 acompañada del jefe de su seguridad Diego Carbone y su abogado Beraldi, además de sus secretarios y personal de su custodia.
De buen humor, de pantalón negro y saco blanco, Cristina llegó con su propia botella de agua y su lapicera. Estuvo en el despacho del Fiscal durante más de dos horas. Habló prácticamente de corrido y respondió todas las preguntas previstas por Di Lello. Cuando llegó y antes de comenzar a declarar, destacó la figura del Padre Mugica que había en la oficina. Todo transcurrió en un buen clima y hubo lugar para que algunos empleados de la fiscalía 1 se fotografiaran con ella.
Sus argumentos ya habían sido escuchados cuando se defendió ante el juez Claudio Bonadio que la procesó por "administración fraudulenta" en la causa conocida como Dólar Futuro, que ya fue elevada a juicio oral. En esta contradenuncia que inició en 2016 tras la denuncia de un grupo de diputados del FpV, reiteró que durante su gestión la política monetaria "la fijaba el Banco Central no el Ejecutivo, sino sería violar la orgánica del Central" y sostuvo que la venta de dólar futuro "es una política habitual en los bancos central del mundo". Así, justificó la implementación de la medida que le valió un procesamiento al igual que a su ex ministro de Economía Axel Kicillof.
Apuntando al gobierno de Mauricio Macri , Cristina Kirchner dijo que la devaluación de diciembre de 2015 que se aplicó con la actual gestión, "habría sido irregular, ya que se decidió en el Ejecutivo y no en el Banco Central". Mencionó una reunión del 13 de diciembre de la que participó Mario Quintana (vice jefe de gabinete), Luis Caputo (ex secretario de finanzas) y el presidente del ROFEX (una sociedad de bolsa) en la que se habría tomado la decisión de devaluar llevando el dólar a $ 16, sólo tres días después que el presidente llegó a la Casa Rosada.
"Funcionarios del gobierno de Macri habrían sido compradores de dólar futuro y poco después intervinieron en la mesa chica de la toma de decisión que devaluó", señaló la ex Mandataria según pudo saber Clarín. Y en esta misma líneas indicó que "la venta del dólar futuro (en la gestión macrista) trajo millonarias ganancias a quienes lo compraron".
No faltaron referencias políticas durante su extensa y técnica exposición. "Durante la campaña electoral ninguno de los candidatos no dijeron que iban a devaluar y a los días se devaluó".
La ex Presidenta declaró como testigo en la contradenuncia por el dólar futuro. Foto Pedro Lázaro Fernández.
Entre los principales señalados en la denuncia de los diputados del FpV, se encuentran el director del Banco Central, Federico Sturzenegger, y el juez Bonadio, bajo la figura de "defraudación en operaciones vinculadas a la compra de dólar a futuro". Al respecto la ex Presidenta dijo que el magistrado "no impidió la venta del dólar futuro" de la actual gestión. Además, consignó que la compra fue “irregular” y que el Magistrado "favoreció en la comisión del delito".
En la denuncia que dio origen a la causa, se involucró también al vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, al jefe de asesores de Presidencia, José Torello, y a las firmas Caputo y Chery Socma SA. El fiscal Di Lello remitirá la causa la juez Sergio Torres.
En las dos horas de declaración, la ex Presidenta bebió agua de su propia botella, su abogado aceptó un café y el fiscal Di Lello, tomó un caldo. Todo concluyó con un saludo formal y la ex Mandataria se dirigió al cuarto piso, al juzgado de Claudio Bonadio para notificarse de su procesamiento por lavado de dinero y asociación ilícita en la causa Los Sauces SA y del embargo de $ 130 millones.
