Si bien hoy es la fecha en la que deberían celebrar, los maestros bonaerenses ya anunciaron una huelga para mañana y el jueves tras la falta de acuerdo en las paritarias. "Va a ser difícil", admitieron en el gobierno.
En la semana del Maestro, los gremios docentes bonaerenses realizarán un nuevo paro de actividades entre mañana y el jueves. Frente a la paralización de las negociaciones, en el gobierno provincial admiten que “va a ser difícil” cerrar un acuerdo paritario este año en el que el derrape inflacionario destruyó las pautas previstas y ha puesto en jaque las arcas públicas.
A lo largo del año, la puja entre el estado provincial y los gremios tuvo varios capítulos: la estrategia oficial fue trastocada con el cambio de escenario macroeconómico y la corrida cambiaria que arrancó en mayo y puso la economía patas para arriba. Con una inflación proyectada por consultoras privadas cercana al 40%, los sindicatos reclaman una recomposición salarial que no haga caer el poder adquisitivo de los trabajadores.
El 23 de agosto la Provincia hizo su último ofrecimiento -el dólar cotizaba aun a $31- con un aumento del 20,7% y un compromiso de retomar la paritaria en octubre con vista a la evolución de la inflación. Los gremios la rechazaron y convocaron a una nueva medida de fuerza. Hasta ahora en la Provincia se cumplieron 16 días de huelga y parece difícil que se puedan completar los 189 que marca el calendario vigente considerando una eventual extensión durante diciembre.
Con el correr de los días, la devaluación del peso se incrementó y no hubo avances en la negociación. Incluso los gremios agrupados en el Frente de Unidad comenzarán mañana un paro de 48 horas en reclamo de aumento salarial, mejoras en la infraestructura -reclaman por la explosión de gas en la escuela de Moreno- y mayor presupuesto. También participarán este jueves de la marcha convocada por Ctera hacia el Congreso de la Nación “en defensa de la educación pública”.
En este marco, en la sede gubernamental de La Plata insisten en la animosidad política del líder de Suteba, Roberto Baradel, y frente al reclamo salarial, enfatizan que sólo pueden “ir actualizando por inflación mes a mes” sin provocar una caída en la recaudación de las arcas públicas bonaerenses.
Una calificada fuente consultada por este diario blanqueó que “va a ser difícil que de acá a fin de año pueda haber acuerdo. Si piden un 42% no podemos darlo; sino queda lo que hizo Scioli en 2015 que no pudo pagarlo y tuvimos que hacernos cargo nosotros cuando asumimos en diciembre”. En La Plata se sinceran y sostienen que prefieren pagar el costo político de lidiar con el reclamo docente en forma permanente que firmar una paritaria “impagable” que ponga en jaque las cuentas públicas a futuro.
Cuando se los consulta por el deterioro en los bolsillos de los trabajadores frente a una inflación mayor a la esperada, sostienen que pueden ajustar la oferta “mes a mes” dependiendo de la modificación del IPC. “Tampoco podríamos pactar una cifra si nadie sabe cómo terminará la inflación de este año”, se sinceró la misma fuente.
Mañana, además, el gobierno nacional deberá enfrentar un nuevo desafío para contener la protesta social: los movimientos sociales denominados “Los Cayetanos”, por su cercanía con la Iglesia, convocan a movilizase a la avenida 9 de Julio para instalar ollas populares en reclamo por el supuesto incumplimiento de Desarrollo Social -negado por el ministerio- a reforzar raciones de comedores y merenderos.
En la Provincia remarcan, en cambio, que los merenderos y centros de asistencia están bien provistos y no temen por desbordes en el Conurbano. “En general no vemos animosidad política en los intendentes de agitar la situación social”, indican y advierten: “Venimos trabajando hace meses en prevención. Siempre decimos que para evitar un diciembre complicado hay que trabajarlo a lo largo del año”.
