El triunvirato que se mostró como referencia del Frente Chaco Merece Más tras el ajustado triunfo de las primarias y las elecciones provinciales comenzó a jugar al Antón Pirulero. Jorge Capitanich denunció “incompetencia política” al momento de analizar los resultados los resultados de las elecciones de octubre en el Chaco. No es que no se haya notado antes, pero la crudeza con que lo dijo debería llamar a reflexionar al gobierno. Amenaza con plantarse pero sigue dejando incógnitas. ¿Cuándo lo va a hacer? Ahora que perdió el 22 de octubre o cuando pierda en 2019.
Domingo Peppo, en cambio no reaccionó. Sus mediáticas convocatorias a distintos sectores a analizar las medidas que anunció el presidente Mauricio Macri vuelven al punto de la campaña electoral en la que sentado junto a un candidato en una puesta en escena copiaba los actos del macrismo. El espejo en el que se mira es el que lo llevó a la derrota y sigue siendo uno más de la liga de gobernadores.
Gustavo Martínez encendió la chispa, con la pobre performance de la gestión de Domingo Peppo y luego de haber llevado al oficialismo a perder el invicto, se animó a pedir la reelección del actual gobernador y proponerse a sí mismo como candidato a intendente de Resistencia en 2019. Ya ni siquiera hay sutilezas para “mandar al medio” al ex gobernador hoy jefe comunal.
Una retrospectiva muestra que este statu quo es el que se viene repitiendo desde fines de 2015, cuando Peppo forzó su candidatura a gobernador, con Gustavo Martínez haciendo exactamente el mismo trabajo que ahora. Nada cambió, salvo perceptible detalle de la derrota electoral.
La interna del PJ siempre estuvo a un tris de desatarse. Capitanich abiertamente reconoce que no quiso plantear la contradicción, pero entiende a que llegó el momento porque “tanto esfuerzo no voy a dejar que se desperdicie por incompetencia política”. Sin embargo, no hay fechas para sus movimientos. En los portales de internet, lo de hace 5 minutos puede ser viejo.
Se ha repetido hasta el cansancio que aquellos que pretendían ganarle al presidente Macri en 2019, primero debían ganar 2017. Bueno, no fue así y cada vez parece menos posible que ocurra lo que pensaban que iba a pasar en dos años.
La derrota a su vez impone nuevos escenarios. Al revés de lo que pasa a nivel nacional. La victoria del macrismo abre por fin la puerta al verdadero propósito del gobierno nacional. La política de ajuste y privatizaciones, la reversión del proceso de transferencia de la riqueza, la concentración, se ciernen y se acota el margen de maniobras.
El presidente Macri sabe que no tiene mayoría en el Congreso pero piensa suplirla con el acompañamiento de sus gobernadores aliados nucleados en la Liga. Sólo para tomar nota, el paquete del presidente tiene potencialmente entre los diputados nacionales chaqueños cinco votos sobre siete después del 10 de diciembre.
Aun así, no parece que gobierno nacional esté dispuesto a esperar hasta esa fecha. Si las acciones nacionales se precipitan podrían encontrar al gobernador Peppo fuera del país, en Europa. Compromisos postergables cuando en la Argentina se definen cuestiones cruciales. Sin explicación, cuando todavía no se rindieron cuenta sobre los resultados que aportaron el viaje del gobernador a Estados Unidos o el de su alter ego a China.
La llave es el ahogo financiero. Las cuentas provinciales nunca estuvieron holgadas. No desde el 11 de diciembre de 2015, aunque recién ahora pareciera advertirlo el ministro de Hacienda, Cristian Ocampo. No la cuestión del complicado panorama, sino la asfixia que por acción u omisión ha impuesto el gobierno nacional a esta provincia. Los 6 mil millones de transferencias no automáticas que anotó ahora el ministro.
En el nuevo escenario, Peppo busca respaldo. Las urnas se lo negaron. Se siente con diputados oficialistas (y no todos), intendentes, empresarios y gremios. De estos últimos excluye a los sindicatos que tienen conflicto. Con aliados incondicionales el monólogo es sencillo.
Así como excluyó a algunos gremios, el gobernador tampoco se sentó con legisladores opositores. Vuelve el debate por el presupuesto con otro nuevo endeudamiento. Si no lo saca antes de diciembre posiblemente no pueda aprobase el año que viene. Abril parece lejano y ya no estará Sergio Vallejos.
Mientras tanto, Buenos Aires seguirá digitando los movimientos como ocurrió hasta ahora. ¿Cuánto más esperará Capitanich para plantarse? 2019 es tardísimo advirtieron en las redes sociales.
