Luego de haber pasado sus primeros días detenido en la cárcel de Ezeiza, Julio De Vido será trasladado al Complejo Penitenciario Federal II, conocido como la cárcel de Marcos Paz. El lugar cuenta con 120 hectáreas y fue habilitado en 1999. Tiene capacidad para 1766 internos.
Está dividido en cinco módulos de alojamiento independientes que poseen celdas individuales, salón de usos múltiples, área de deportes, aulas de estudio, biblioteca y naves para talleres industriales de aprendizaje de oficios.
En este penal están detenidos los protagonistas de algunos de los casos más resonantes de los últimos meses. Entre ellos, Roberto Baratta, Victor Manzanares, Caballo Suárez y Roberto Minicelli, cuñado de De Vido.
Así se distribuyen los diferentes sectores del penal:
Unidad residencial I
Tiene 6 pabellones con celdas individuales, 2 pabellones de alojamiento común, 1 pabellón transitorio, con capacidad para 388 plazas
Unidad residencial II
Tiene 6 pabellones con celdas individuales, 3 pabellones de alojamiento común, 1 pabellón de alojamiento transitorio con celda individual, con capacidad para 464 plazas
Unidad residencial de ingresos
Tiene 7 pabellones con celdas individuales, 1 pabellon de alojamiento transitorio con celdas individuales, 4 pabellones de alojamiento común, con capacidad de 490 plazas
Unidad residencial IV
Tiene 8 pabellones de celdas individuales, 2 pabellones de alojamiento común, 2 salas de alojamientos transitorios: sala de alojamiento transitorio con 05 plazas y sala de observación médica con 6 plazas. Total de 417 capacidad en plazas. Aloja internos de fuerzas de seguridad y/o fuerzas armadas, e internos con delitos caratulados de Lesa Humanidad.
Un sistema especial para presos por corrupción
El Servicio Penitenciario Federal cuenta con un sistema especial para los detenidos por casos de corrupción. Se trata del sistema de Intervención para la Reducción de Índices de Corruptibilidad (IRIC), el mismo régimen que siguen, por ejemplo, Lázaro Báez , José López y Ricardo Jaime en la cárcel de Ezeiza.
La normativa penitenciaria considera internos admisibles bajo este sistema a "aquellos que reúnan dos o más de las siguientes características":
Alto poder económico o adquisitivo
Vinculación destacada con grupos de criminalidad organizada nacional o trasnacional
Internos procesados o condenados por delitos de corrupción, de criminalidad económica o de crimen organizado y crimen organizado trasnacional (lavado de activos, cohecho, tráfico de influencia, entre otros)
Capacidad fundada de influir o infiltrarse en las altas esferas gubernamentales o de poder político
Capacidad de corromper o de influir, a través de dinero o recurso a la intimidación o violencia, en el desempeño del personal
Personas privadas de su libertad que fueran funcionarios públicos al momento de su detención o que lo hayan sido con anterioridad, siempre que hayan tenido acceso a altos niveles de gobierno
Cómo se forman los agentes que trabajan con el IRIC
El personal penitenciario que trabaja en las áreas donde están alojados los internos bajo el sistema IRIC está especialmente capacitado para tal fin, explicaron fuentes del SPF.
Estos agentes se forman con el Programa de Capacitación Intensivo de Prevención de la Corrupción. El objetivo es instruirlos sobre la problemática de la corrupción, "adoptando una actitud proactiva, a través de la incorporación de herramientas conceptuales y de responsabilidad que detentan como funcionarios públicos, reforzando su compromiso y actitud ética".
Algunos de los contenidos de este programa son: moral y ética; lucha contra la corrupción; corrupción en el sistema de justicia criminal y en el ámbito penitenciario; los riesgos derivados del alto poder económico y del crimen organizado; la importancia de la lucha contra la corrupción; buenas prácticas de prevención y lucha contra la corrupción en contextos de encierro, entre otras temáticas relacionadas.