Tras compartir en su cuenta de Twitter un tuit del exministro de Transporte Guillermo Dietrich, en la que ambos expresaban sentirse tristes por el cierre del aeropuesto de El Palomar para vuelos comerciales, el exmandatario Mauricio Macri publicó este domingo por la tarde una carta en Facebook sobre el tema.
Bajo el título de "¿Iban a volver mejores?", Macri defendió una vez más la operatoria de las low cost (que ahora lo hacen en Ezeiza) en la base aérea de El Palomar, sin reparar en los innumerables problemas de seguridad registrados en los vuelos de esas aerolíneas, ni en el impacto ambiental y sonoro sufrido por vecinos de la zona, ni en el perjucio económico ocasionado a la línea de bandera.
En su carta, Macri se pronuncia como alguien que no hubiera ocupado la presidencia de la Nación hasta hace apenas un año. Incluso va más allá al plantear que "el gobierno (de Alberto Fernández) partía de una posición más ventajosa que nosotros en 2015 y (pensamos) que la iba a aprovechar para profundizar lo que se había hecho bien".
El exmandatario, sin reparar en la opinión de los organismos especializados en materia aeronáutica en el marco de la pandemia ni tampoco en los problemas que las low cost generaron entre los vecinos de los populosos partidos afectados por la actividad aérea comercial de El Palomar, adjudica el traspaso de esas aerolíneas a Ezeiza a un plan contra lo actuado durante su gobierno.
“Hay en marcha un plan activo y deliberado para entorpecer, clausurar, estropear o eliminar cualquier política implementada por nuestro gobierno”, escribió.
También se refirió a un “apagón ideológico” contra los "beneficios" generados por Flybondi -en la actualidad posee solo una nave con más de 20 años- en la actividad comercial de la zona, una muletilla repetidamente formulada de manera elíptica, que nunca se visualizó ni siquiera en las cuadras más cercanas a la base de El Palomar, más allá de una mayor concentración de remises en la entrada del Aeropuerto.
Macri comparó a las low cost con una nueva Argentina. "Vuelos de emoción, con llantos de alegría y aplausos que inauguraban una nueva Argentina", se entusiasmó.
También llamativamente utilizó la palabra apagón varias veces, pero no para referirse al episodio que dejó durante su gobierno un día entero sin luz a todo el país y zonas de países limítrofes, sino para aludir a políticas que no lo conforman o no siguen adelante con su Revolución de los aviones.
También señaló lo que a su juicio son otros errores del gobierno en políticas públicas de su gestión que el mismo pondera en la carta, argumentando que sus exministros le cuentan "diariamente que esto está pasando en cada ministerio y en todos los niveles".
A continuación, el texto completo publicado este domingo por Mauricio Macri en Facebook
¿IBAN A VOLVER MEJORES?
Creíamos que todos habíamos aprendido algo. Confiábamos en que había cosas que no iban a volver a suceder en la Argentina, que el gobierno partía de una posición más ventajosa que nosotros en 2015 y que la iba a aprovechar para profundizar lo que se había hecho bien. Teníamos la esperanza de que habían vuelto mejores.
Pero el anuncio del cierre del aeropuerto de El Palomar para vuelos comerciales y otras medidas llevadas a cabo durante este año demuestran lo contrario. Hay en marcha un plan activo y deliberado para entorpecer, clausurar, estropear o eliminar cualquier política implementada por nuestro gobierno, aún aquellas que de manera objetiva e incontestable fueron beneficiosas para todos los argentinos.
Esto es lo que está pasando ahora mismo con la que llamamos “revolución de los aviones”. El cierre de la actividad comercial en El Palomar es una acción más que atropella el bienestar de miles de pasajeros, comercios y empleos, anteponiendo un “apagón ideológico” a los beneficios que esa actividad significaba.
Es bueno recordar que desde que implementamos nuestra nueva política aerocomercial más de un millón de argentinos volaron por primera vez. Los vuelos de bajo costo produjeron un impacto en la logística del transporte tan profundo que personas que nunca habían volado ni pensaban que iban hacerlo alguna vez en sus vidas, se encontraron incrédulos arriba de un avión. Esos vuelos fueron vuelos de emoción, con llantos de alegría y aplausos que inauguraban una nueva Argentina.
Facilitar al máximo el acceso a los vuelos, entre otras cosas habilitando un aeropuerto cercano que implicara los mínimos gastos de transporte para arribar allí, fue una pieza muy importante para el éxito de esta “revolución de los aviones”. En poco tiempo el aeropuerto de El Palomar se volvió el cuarto con mayor número de pasajeros del país.
Es bueno que digamos las cosas como son. Estas clausuras políticas no son en contra de lo que hicimos en nuestro gobierno, son en contra de los argentinos de menores recursos que se beneficiaban con ellas.
Pero las cosas van más allá. Las clausuras ideológicas abarcan otras políticas públicas que funcionaban muy bien, como lo que hicieron al desmantelar el uso del Expediente Electrónico, un instrumento indispensable para la transparencia de la administración pública porque permite que cada paso de un expediente quede registrado de manera digital, garantizando su trazabilidad. El Expediente Electrónico era una vigía contra los actos de corrupción. Lo apagaron. También eliminaron las Sociedades Anónimas Simplificadas que permitían en una hora estar operando como empresa. ¿Y qué pasó? Ahora Uruguay le ofrece a los argentinos crear Sociedades Anónimas Simplificadas. Podría continuar con ejemplos como este en todas las áreas. Ex ministros y secretarios me cuentan diariamente que esto está pasando en cada ministerio y en todos los niveles.
Si teníamos alguna esperanza de que podían haber vuelto mejores, ahora ya no la tenemos.