Las selfies tomadas por dirigentes locales con el Presidente de la Nación en Añá Cuá despertaron ironías en la Rosada local: “Pareció más una fiesta de casamiento o un cumpleaños de 15 que una reunión entre presidentes”, esgrimieron puertas adentro del Gobierno radical.
La no invitación al gobernador y ni siquiera al intendente de Ituzaingó donde está emplazada la obra, volvió a poner el foco “en lo que son los actos oficiales de la administración federal”.
Incluso, cavilaron en la gobernación local “la molesta de los compañeros por no poder ingresar ‘a lo que parecía un casamiento’, las puertas de esa obra son tan altas que no muchos pueden entrar”, ironizaron. "Inclusive el traidor de nuestro ex vicegobernador saliendo en primera plana de una foto que parece tomada para un casamiento", rezongaban por los pasillos del patio interno de la gobernación.
Otro llamado de atención para las huestes locales del oficialismo nacional.
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