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Política Panorama semanal de Chaco

La pelea ahora no es por ganar, es por no perder

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Crédito: 74576

Domingo Peppo, Jorge Capitanich y Gustavo Martínez llegaron al punto de la encrucijada en la que enfrentan la posibilidad de una derrota electoral. La primera a nivel provincial desde que en 2007 el actual intendente se impusiera a Angel Rozas con el Frente Chaco Merece Más.

 

Precisamente como un acto de campaña al Frente prepara un acto por el décimo aniversario de aquel triunfo, pero fuera de la pirotecnia, a punto de perder el actual presidente del Consejo Provincial decide convocar a una reunión y promete dar un giro en el perfil de la campaña con estética macrista e intentar volver a las fuentes.

 

El gran interrogante es si el giro de Domingo Peppo llega con suficiente tiempo -y sobre todo credibilidad- para torcer el rumbo. El propio gobernador es ejemplo del resultado de un esquema de acción iniciado con fuerza durante el interinato de Juan Carlos Bacileff Ivanoff a contrarreloj de una reiterada promesa de regreso del entonces jefe de Gabinete de Ministros de Cristina Fernández.

 

Capitanich renunció al cargo pero apenas pudo desatar el acuerdo que habían anudado en ese entonces, Bacileff Ivanoff, el propio Peppo y Gustavo Martínez, que importaba la candidatura a vicegobernador del hijo del gobernador interino, que entonces era presidente de la Cámara de Diputados.

 

No hubo tiempo entonces para el candidato que proponía Capitanich, el actual senador Eduardo Aguilar. La negociación de última hora lo terminó relegando, le alcanzó para colocar como vice a su hermano Daniel, armar la lista de diputados poniendo algunas figuras de la que hoy sólo le responde Claudia Panzardi y la lista de concejales de la capital.

 

El paso del tiempo terminó por mostrar que en los hechos el poder interno había cambiado de mano, algo que debiera ser natural al asumir un nuevo gobernador, pero que además de lo formal y dirigencial fue también un cambio desde el punto de vista del lineamiento político.

 

La victoria de Mauricio Macri obviamente contribuyó a ello. Fueron dos años en los que Capitanich tuvo más gravitación fuera de la provincia que dentro de ella. Los años de un acompañamiento casi incondicional de Domingo Peppo al gobierno nacional, sus posiciones a favor del acuerdo con los fondos buitre, el desmembramiento de la Anses, las leyes de endeudamiento, el silencio ante la evidente discriminación en materia de obras públicas, la creación del bloque de Diego Bossio con la incorporación de Gustavo Martínez Campos, que ahora va por la reelección y que terminó justificando que todo eso fue en consenso con el gobierno provincial, algo que suena absolutamente creíble.

 

Un alejamiento de las tradicionales posturas del Frente Chaco Merece Más, que ahora vienen a coronarse con la candidatura de Elda Pértile, y la fallida argumentación de que la cuestión nacional no tenía importancia en el juego local la denominada “camiseta del Chaco” que convocaba a la resignación más a que a la oposición que es en donde juega ahora el peronismo a nivel Congreso.

 

Todo esto matizado con además de la explícita confesión del propio Capitanich de que fue dejado de lado.

 

Profundizando esto, Peppo ninguneaba a la ex presidente Cristina Fernández, lo hizo al día siguiente de que Daniel Scioli perdiera la segunda vuelta. La desconocía como dirigente nacional, la equiparaba con Diego Bossio, con Sergio Massa, con Florencio Randazzo. Pretendía que la Liga de Gobernadores -que lentamente viene sucumbiendo bajo el crecimiento de Cambiemos- era el nuevo eje de poder en el peronismo.

 

Ese cóctel fue licuando el Frente Chaco Merece Más expulsando no sólo a algunos partidos aliados, como el Frente Grande, también a algunos dirigentes peronistas, pero sobre todo a una fuerte base de sustentación. Se fue yendo el votante que terminó parangonando al macrismo con el peppismo. Al gobierno nacional con el provincial.

 

Lo venía denunciando el propio Capitanich utilizando la palabra “mimetizar” pero lo hacía en los pocos medios nacionales que ahora le abrían el micrófono, como si en el Chaco no ocurriera exactamente lo mismo. Ahora incluso, el intendente se sumó a desconocer a Cristina Fernández. Ya nada es lo que era.

 

La pelea ahora no es por ganar. Es por no perder.

 

El giro a dejar de lado las tarimas, volver a las caravanas, a los actos apunta a cortar la fuga de votos que se ha tornado peligrosa para la supervivencia misma del Frente Chaco Merece Más, porque en el gobierno se evalúa no sólo un posible triunfo de las candidatas de Cambiemos Aida Ayala y Alicia Terada, sino que si no se detiene la sangría de votantes, una posible banca de Fabricio Bolatti.

 

Sin mirar hacia adentro, Gustavo Martínez había denunciado a las “garrapatas” que se prendieron del Justicialismo para quedarse con un cargo, cuando al menos dos sectores internos del radicalismo el Nepar y Forja renuevan legisladores y vienen haciéndolo desde que Juan José Bergia les abrió la puerta al triunfo quitándole el control del Poder Legislativo a la UCR, o una funcionaria que no llegó a los dos años de gestión y se fue bajo una serie de fuertes denuncias asumirá en diciembre una banca por el PJ porque cuando era niña vio un llavero del PJ en su casa. Mientras dirigentes del PJ junto al Frente Grande van por fuera contra la lógica de esos parásitos que denunció presidente del Concejo Municipal.

 

Frente una situación casi irreversible, Domingo Peppo, Gustavo Martínez y Jorge Capitanich tratan de dar un giro. Como en el Titanic observan que el iceberg está en el camino. Ordenan virar a la vez que ponen el motor en reversa a toda máquina.

 

En menos de 30 días hay que barajar y dar de nuevo.

 

Pero esta vez, el gobierno de Mauricio Macri viene creciendo con mucha fuerza. Aquellos que lo miraron con simpatía y que dijeron que había que ganarle recién en 2019 pretendieron obviar 2017. Obligados por la elección correntina donde hay que votar por un nuevo gobernador, el gobierno nacional tiene previsto bajar. La nacionalización de la campaña en esta parte del país puede sumar más complicaciones al Frente Chaco Merece Más.

 

Octubre terminará demostrando si el giro fue a tiempo, si fue creíble. Aun así, el combate de fondo no es éste. Sin candidatos nacionales a la vista con el macrismo adueñándose de los principales distritos de la provincia, en dos años la pelea será también por las gobernaciones más chicas unificando el mapa nacional con el amarillo en donde destiñe hasta la Unión Cívica Radical.

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