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Política Panorama semana de Chaco

La plata está, falta el presupuesto

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Crédito: 56684

El gobierno decidió abrir mínimamente un grifo para intentar liberar presión de cara al proceso electoral que se avecina. Con anuncios extraoficiales anticipó un incremento salarial para el sector central de la administración pública provincial del orden del 6%, pese a que no cuenta con el presupuesto aprobado, argumento esgrimido hasta aquí para ir pateando hacia adelante las paritarias con los distintos gremios estatales.


Si las elecciones desvelan a oficialistas y opositores el radicalismo le quitó alguna preocupación al gobierno cuando decidió quedarse con todos los cargos en la principal lista de Cambiemos marginando a los aliados del PRO y de la Coalición Cívica ARI. El desmadre de la alianza opositora en la provincia abre las expectativas que el Frente Chaco Merece Más tiene para alcanzar la meta de diez legisladores.


La campaña está lanzada ahora a presionar al bloque opositor para obtener los dos tercios necesarios para la aprobación de los dos créditos que aspirar lograr con autorización de la Cámara de Diputados. El primero de ello por 4.300 millones de pesos para atender el déficit de 2016 y otro abierto para no tener que pasar por lo mismo el año que viene cuando el equipo económico de Domingo Peppo deba proponer el Presupuesto para el 2018.


Así como está redactado el proyecto, parece imposible que salga. Sólo hay que recordar que ni bien asumió, Peppo remitió a la Legislatura un proyecto de ley para tomar 8 mil millones de pesos en créditos, que la respuesta parlamentaria acotó a la mitad.


No parece realista que el gobierno plantee en este momento que -al igual que el radicalismo-, ir por todo, sólo porque espera que otro poder del estado le deje la puerta abierta para hacerlo.


La esperanza oficial era que el cierre de listas deje la cantidad de heridos suficientes como para conseguir los dos tercios. Y hubo amagues dentro de la oposición. Lo primero que miraron todos fue el papelón del diputado del PRO, Luis Obeid, que esta semana presentó la renuncia al bloque Cambiemos y la retiró a las 24 horas. El segundo, fue el radical de la lista Integración Sergio Vallejos al que algunos medios pretendieron encontrarle en su discurso un nuevo estado de libertad de acción para optar con un criterio personal en la materia.


Vallejos también renunció al bloque Cambiemos. En cualquier caso, la decisión de este último legislador y la de Obeid empiezan a hablar a las claras de lo que representa el eterno diputado Carim Peche como presidente del Interbloque opositor.


Pero el del PRO volvió al ruedo, por disposición de la plana nacional del PRO y Vallejos aclaró que no va a votar el crédito adentro del presupuesto.


Es posible advertir, como ya se hizo desde este mismo espacio, que aún logrando la meta de los diez legisladores la cuestión de los dos tercios se aleje si el Frente Grande decide tomar distancia del oficialismo frente a lo que se viene después de las elecciones.


Un segundo tema, fuera de la cuestión de los dos tercios, es el planteo del radical Livio Gutiérrez, que insistentemente reveló que los ingresos de coparticipación crecieron en el orden del 30 por ciento, entre febrero de 2016 y febrero de 2017. Es decir existen los fondos para atender la coyuntura, más allá de las autorizaciones de crédito que está pidiendo la provincia.


Y si existen los recursos no hay impedimentos para que el gobierno comience a dar respuestas a los sectores que están reclamando y que oportunamente, se atiende el impacto presupuestario con una ley de modificación tal como ya ocurrió el año pasado.


Y un tercer tema es el modelo. El Frente Grande es apenas una punta de lanza que deja en evidencia el camino que ha trazado el gobernador Domingo Peppo en su necesidad de no poner en riesgo la llegada de fondos nacionales, que pese a todo no fluyen como necesita la provincia.


El gobernador se ufana en varias oportunidades por transformar a la provincia en un espejo de la Nación o en su caso, otro territorio que el PRO maneja y en el que quiere perdurar, la provincia de Buenos Aires.


Y cuando quiere diferenciarse no elige cuestiones de fondo. La más reciente la decisión de no efectuar controles sobre consumo de drogas a los miembros de la fuerza de seguridad. En una insólita actitud calificó de “discriminación” efectuar controles a todos los miembros de la policía como sí va a hacer la gobernadora María Eugenia Vidal.


No parece una casualidad que se haya elegido a la policía, se trata de una de las patas que debe combatir el narcotráfico y lo tienen que hacer todos, los que ingresan y los que se ya están. Podría agregarse, entonces, que la otra pata es la del Poder Judicial, en todo caso.


Amén de eso, se espeja en su modelo de administración en relación con el sector público. Su afirmación de que nadie entra más al Estado, filtra por la Legislatura precisamente, además de otros organismos como Lotería Chaqueña. No deja de ser un cliché de coyuntura.


Pero es a la vez, una concepción muy 90’s que revivió el gobierno del presidente Mauricio Macri –comprensible en él- pero que desnuda la mimetización que denunció –otra vez- Jorge Capitanich en el acto del Frente Popular en Paraná, Entre Ríos.


Ahí es donde toma distancia el Frente Grande chaqueño, y un sector del PJ chaqueño, que lidera Germán Bittel que ya no van a dar internas en las primarias, sino que directamente irán por fuera –juntos- para enfrentar al Frente Chaco Merece Más.


Hace una semana, se planteó en esta misma columna, sobre el aval que el intendente de Resistencia le dio a la lista armada por Domingo Peppo “es más fácil defender las convicciones en los diarios que en los hechos políticos concretos”.


Ahora, en Paraná, el ex jefe de Gabinete dijo “no estoy de acuerdo con una mimetización con el macrismo de base neoliberal” y agregó que el camino del justicialismo es poner “un freno al avance neoliberal macrista”.


Pero en rigor la base de un eventual triunfo del Frente Chaco Merece Más en la provincia no son sus posturas ideológicas, mucho menos una actitud de freno como propone el intendente. Es apenas el desmadre de la interna de Cambiemos en la provincia, contenida como se puede por los dirigentes nacionales tanto del PRO, como del ARI a quienes no lo convencen que el senador nacional Ángel Rozas no tuvo nada que ver con el armado que los terminó dejando afuera.

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