El cierre de listas permite avizorar las expectativas de las principales alianzas políticas en la provincia del Chaco. Es como si ya se hubiera jugado la elección provincial y las bancas prácticamente estuvieran repartidas.
Es obvio que el gobierno provincial juega con mayor flexibilidad la tarea de la composición. No quedaron dudas que el armador fue Oscar Domingo Peppo y que justamente la gran cantidad de vacantes que quedan en el gabinete provincial terminarán facilitando la recuperación de los heridos que pudieran haber surgido en el cierre prolijo y anticipado que hizo el Frente Chaco Merece Más.
Por el contrario, los cargos políticos que maneja el gobierno nacional y que fueron utilizados mayoritariamente por dirigentes del radicalismo parecen no generar la misma atracción. Casi en la misma cantidad Cambiemos sufrió el éxodo radical de esos lugares hacia las listas legislativas. ¿Se puede esperar entonces alguna reacción del PRO por el maltrato recibido en el armado radical? Es probable.
La designación de los reemplazos de los dirigentes radicales en los cargos nacionales terminará despejando este enigma.
Aún así, camino a los dos años de gobierno y con el diputado Luis Obeid anunciando con patrocinio en las redes sociales que el partido está normalizado, el PRO no ha logrado la inserción en la provincia, haciéndolo radical-dependiente y pagan con estas listas esas consecuencias.
Así como Peppo es el más macrista de los dirigentes del PJ chaqueño, Obeid ha sido el más peppista de los diputados opositores. Sus colegas radicales lo miraron con desconfianza, cuando en el ejercicio de una autonomía que respondía a los intereses de la oposición, se reunió con el ministro de Hacienda, Cristian Ocampo y la diputada Betty Bogado para hablar del presupuesto. ¿El desaire de las listas –al menos la lista que se manejaba a última hora del sábado- terminará convirtiéndolo en el diputado 22?
Un resultado 9-7 es lo que las principales alianzas están esperando. El gobierno debe avanzar ahora en la sanción del Presupuesto 2017 y ya puede ir calculando cómo será el futuro después de esto.
Es que una cuestión se puede desprender de todo lo que ha sucedido en el cierre de las listas. En el Frente Chaco Merece Más, Domingo Peppo, consigue aumentar un peso propio sobre una legislatura que había terminado apoyándolo más por pertenencia partidaria que por afinidad. Hubo un avance significativo sobre la lista heredada de la última composición que fue modelando Jorge Capitanich.
El caso de Raúl Acosta es un ejemplo. Su proximidad al kirchnerismo desde el partido Concertación Forja, pudo haberlo relegado en esta reelección. Gladys Cristaldo ya había sido vetada especialmente por el gobernador interino Juan Carlos Bacileff Ivanoff oportunamente, cuando ese sector político debió tener dos bancas. Ahora que renueva la única, se le cerró el paso al principal exponente, aunque no quiere decir que Acosta no aterrice en el gabinete provincial, pero a una firma del pase a disponibilidad.
No sorprende tampoco que Juan José Bergia regrese a la Legislatura. Como ministro de Gobierno fue un factor fundamental en el diálogo que cada vez más retaceó Domingo Peppo con los movimientos sociales, pero las urgencias del gobierno actual son distintas.
Como ninguno de los actuales diputados Bergia es un “componedor” nato. Y una figura de ese estilo le hace falta al gobierno en la Cámara de Diputados. Lo pueden demostrar Eli Cuesta, Ricardo Sánchez y Hugo Ságer, que ninguno ha logrado destrabar el presupuesto en la Legislatura.
No es que pueda hacerlo ahora, pero ese 9-7 que están calculando radicales y peronistas, obliga a pensar en lo que viene, cuando la cuestión crucial no sea una renovación parlamentaria, sino la continuidad completa del Frente Chaco Merece Más en la Casa de Gobierno.
Cuatro legisladores arribarán a la Cámara de Diputados respondiendo directamente al gobernador. El primer candidato, Gustavo Ferrer, la segunda, Liliana Spoljaric, Nadia García Amud y la presidente del Idach, Andrea Charole.
Es un número muy alto, altísimo si lo que se pensaba era que el triunvirato que componen Peppo, Capitanich y Gustavo Martínez iban a tirar cartas para las designaciones.
Incluso la presencia de Juan Manuel Pedrini en la lista es el colofón de las versiones de tira y afloje entre el gobernador y el intendente de Resistencia. Nunca existieron (más allá de lo que puedan decir en privado) y ya no habrán. Jorge Capitanich resigna no solo espacios en la elección de candidatos, merma además su propio discurso. Relativiza sus expresiones hasta transformarlas en pirotecnia.
Es un aval liso y llano al gobierno de Domingo Peppo. No está mal. Pero el aire de autoridad que se reservaba el intendente al momento de criticar la gestión de Mauricio Macri se evapora a partir de ahora. Confirma que es más fácil defender las convicciones en los diarios que en los hechos políticos concretos.
Lo saben los referentes del Frente Popular que nunca se sintieron contenidos con esta lista y prometieron armar una propia con Germán Bittel a la cabeza y entre ellos el Frente Grande que tiene un diputado, Daniel Trabalón que tiene mandato hasta el 2019. Podría mojar allí el piquetero Emerenciano Sena, que cuidó bastante su relación con Peppo, denunciado incluso por otros colegas como el receptor casi exclusivo de la poca ayuda social que baja de la Nación para las cooperativas del Chaco.
Cambiemos ha vuelto a cambiar. Vuelve a transformar al radicalismo en un sector que cuida la quinta particular. Después del Frente de Todos que había posibilitado que Ángel Rozas fuera el primer gobernador radical del Chaco, sólo Aída Ayala había logrado quebrar esa actitud para ser candidata en 2015.
Esta vez ni ella presionó por tanto. Es que no tuvo resultados, con ese armado. No fue gobernadora, derrotada a manos de Domingo Peppo y vio como Carlos Martínez ahora candidato del Frente Progresistas iba y venía (o viceversa) del bloque que le había granjeado la reelección y todavía no termina de digerir el pase del concejal municipal, Emilio Capello, que ella puso en la lista y que ya se hizo socio del peronismo, con garantías dadas por el gobernador, que incluyen el financiamiento provincial para la construcción de un edificio en la esquina del Sindicato de la calle Obligado.
Obeid maniobró por más espacios para el PRO en sus zigzagueos en el tema Presupuesto muy sobre el filo de la definición de las listas y cerró los acuerdos con el resto de la dirigencia radical para acaparar los espacios más expectantes en las listas.
Sepultó con el cierre la imagen que quiso encender sobre la representación de Mauricio Macri en la provincia del Chaco. Nadie se fijó en eso, ni Ángel Rozas, que revalidó su título de caudillo radical en la provincia poniendo por “taitésima” vez a Carim Peche en lo más alto de una lista, además de Alejandro Aradas y Mariana Salom.
Leandro Zdero, a quien Ayala pretendía poner primero para abrirle una candidatura a gobernador en 2019 no tuvo el puño suficiente para quebrar a Convergencia –el espacio del cual nunca renunció-.
No sintió miedo el rozismo cuando Ayala hizo trascender que estaba dispuesta a ir a internas si no le daban el primer lugar. Al contrario, analizando el Nuevo Espacio Abierto, dos de sus principales figuras, Sergio Vallejos y Hugo Domínguez, inscribieron listas para ir por fuera y ya no forman parte del bloque ayalista.
Las lealtades de la ex intendente quedan para un sector cada vez más exclusivo y reducido. Unas pocas figuras que desempeñaban el mismo rol dentro de la Municipalidad de Resistencia. El propio Zdero y la ahora candidata Carmen Britto, que a decir verdad, había resignado esa banca en 2013 para que Marylin Canata fuera diputada.
Somos Parte hizo el reparto entre sus máximas figuras. Roy Nikisch va por la reelección, Alicia Azula colocó a Carina Batalla en el tercer lugar de la lista y la propia intendente de Barranqueras todavía podría aspirar a dificilísimo tercer lugar en la lista de candidatos a diputados nacionales.
El armado nacional le estaría reservando una banca a Bruno Cipolini, que no se inmutó por el cierre provincial y ya no se discute que la propia Ayala encabezará la lista de candidatos a diputados nacionales del radicalismo.
Macri no pesa en los armados políticos en la provincia. Puede ser un mal dato para un presidente que se diferencia mucho menos de lo que dice de su antecesora a la hora de dar premios y castigos.
Los partidos aliados del radicalismo en Cambiemos se quedan sin premios. El PRO con sabor a poco tiene banca hasta el 2019, la de Luis Obeid. El ARI pierde la banca de Alicia Terada a quien le ofrecen los lugares octavo y noveno en las listas.
Pocas noticias quedan fuera de esto, el abogado José Sánchez, pena el descenso de Sergio Massa en todas las consideraciones, Aurelio Díaz, intentará llegar una vez más a la banca que viene arañando cada cuatro años, Danilo Ismael Legal, volverá a ser candidato, aunque su antiguo aliado, el Partido del Trabajo y el Pueblo, vaya ahora apoyando la reelección de Carlos Martínez.
Finalmente, es posible repensar el sistema de partidos políticos. El peronismo se vuelca más hacia sí mismo tal como lo hizo el radicalismo. Un retorno a los años 80, a los tiempos de la vuelta de la democracia. El sostenimiento de frentes políticos es formal, pero con los principales partidos fortificados. ¿Será ese el nuevo rumbo de la democracia chaqueña?
