En las primeras horas de la noche del jueves pasado, los efectivos policiales que llevaban adelante el acampe bajo el puente interprovincial Manuel Belgrano, en reclamo de mejoras salariales, levantaron esa forma de protesta. La citación a dos uniformados en el marco de sumarios administrativos fue determinante para que se desactive el acampe que justamente el miércoles pasado cumplió 30 días.
Se trata de notificaciones enviadas desde la Jefatura policial a dos efectivos activos, que en sus horarios de franco de servicio participaban del reclamo.
La administración provincial estaba siguiendo de cerca la protesta a pesar de haber cortado el diálogo a mediados de marzo, cuando el ministro de Seguridad, Horario Ortega, dijo que no iba a dialogar con los manifestantes al sentirse insultado por éstos en las redes sociales. Incluso la batería de aumentos salariales que dio la administración provincial a inicios de marzo último, tampoco pudo contener la protesta de los uniformados.
Tanto de los activos como de los pasivos, el cálculo hecho por el sector fue que la mejora iba de unos $300 a $750 mensuales, montos que están lejos de hacer frente a la inflación. Los más perjudicados son los policías retirados, ya que por su condición no perciben ítems que cobran los activos, pero que no son remunerativos y por ende no alcanzan a los haberes de los pasivos. La policía más pobre del país era la consigna del acampe. Norte
