La nación peronista es parte indisoluble del ser nacional.
En el diario digital MOMARANDU y en EL LITORAL, el ex Senador Jorge E. Simonetti, publicó una nota bajo el título: “EL MITO DE LA NACION PERONISTA”, texto que a nuestro juicio merece algunas aclaraciones para evitar la deformación del conocimiento objetivo de la historia. La nota del Dr. Simonetti –signado por una vasta trayectoria bajo distintos signos político-ideológicos- incurre en varios errores que, denuncian ignorancia, mala fe o lo que es peor: intención insidiosa.
En efecto, su nota comienza con una reflexión que erróneamente le atribuye al Gral. Juan Domingo Perón, y al cual, groseramente le adiciona expresiones que nunca fueron formuladas por el autor de la reflexión: su padre Mario Tomás Perón.
En la introducción de su nota, trascribe el siguiente texto, cuya autoría atribuye al líder del Peronismo: “Yo tenía un perro que se llamaba León, y yo lo llamaba…León, León y León venía, pero sabía que no era león, era un perro, lo mismo pasa con algunos que se llaman peronistas y yo los llamo y vienen, pero ya sé que no son peronistas” - Juan Domingo Perón”.
Ahora bien, el texto que trascribe Simonetti en su nota periodística adolece de dos mendacidades que ameritan, cuando menos, dos aclaraciones.
Vamos por parte, el texto en cuestión no le pertenece al Gral. Perón sino a su padre: Mario Tomás Perón, por quien el líder del Movimiento Justicialista sentía una profunda admiración. Quien se encargó de trascribir tal reflexión de Mario Tomás Perón, fue Enrique Pavón Pereyra (el único biógrafo autorizado por Perón en su libro “YO PERON”), y el relato es el siguiente: “Las palabras de mi padre me enseñaron muchas cosas, pero mucho aprendí de sus actos. Después de todo es como él mismo me refirió una vez: acordate siempre que tenés que discernir por vos mismo sobre cuánto te dicen, y llamó a un perro que estaba cerca diciéndole León, León. El perro se llamaba León y cuando vino, me dijo mi padre: ves, le digo León y viene; pero no es un león, es perro. Esta lección no la he olvidado jamás y cuando me cuentan a mí una cosa, la medito profundamente” (Enrique Pavón Pereyra. YO PERON, pág.27. Edit. M.I.L. S.A. Bs. As. 1993).
Aclarado que lo de “León, León”, no le pertenece al Gral. Perón sino a su padre, vamos por la segunda aclaración rectificatoria de la falacia en la cual incurre Simonetti. En efecto, como la reflexión no le pertenece a Perón sino a su padre (Mario Tomás Perón), resulta harto claro que, el agregado, “lo mismo pasa con aquellos que se llaman Peronistas y yo los llamo y vienen, pero ya sé que no son peronistas”, no le pertenece al Gral. Perón, y menos a su padre, quien en definitiva fue quien formuló aquella reflexión sobre el perro que no es león.
Ahora bien, de lo expuesto se infiere, sin hesitación, lo siguiente: 1º) lo falaz de la identidad de la persona a quien Simonetti atribuye el texto de la introducción de su nota periodística, y 2º) al no pertenecer al Gral. Perón tal reflexión (“no es león es perro”), mal se le puede atribuir haber dicho: “lo mismo pasa con algunos que se llaman peronistas y yo los llamo y vienen, pero ya sé que no son peronistas”, párrafos que sin duda son de su autoría personal con el insidioso fin de descalificar al Peronismo.
Formulada esta aclaración, sería tedioso dar respuesta a todos los exabruptos con los cuales el autor de la nota pretende descalificar al Peronismo, razón por la cual, es suficiente la reflexión sobre algunas de sus definiciones.
“El peronismo -dice Simonetti- no tiene ideología, lo prueban los gobiernos de derecha de Menem o de izquierda de Kirchner. Se identifican no por su ideología, sino por una forma y un concepto en el manejo de la cosa pública, por el contenido populista de sus políticas y la práctica demagógica en el campo social”.
Afirmar que el Peronismo no tiene ideología y que la prueba de ello lo constituyen los gobiernos de derecha de Menem o de izquierda de Kirchner, haciendo abstracción que, el Peronismo tiene una ideología y una doctrina definida en vida por su creador, constituye una afirmación poco seria. Sostenía en vida el Gral. Perón: “En nuestro movimiento nadie es peronista por derecho propio, peronista es todo aquel que cumple con la ideología y la doctrina peronista…. En todo Movimiento como el nuestro, hay una ideología que es permanente (el Justicialismo) y una tradición que debe ser permanente. Fuera de lo que esa tradición y esa ideología imponen como permanente, no puede haber más que herejes para el Movimiento” (J.D. Perón, 24/05/73). Ahora bien, a lo largo de su prolífica vida política Perón fue definiendo con objetividad una ideología –distante del demoliberalismo capitalista- a la cual denominó: JUSTICIALISMO, por constituir la justicia social la base de su promoción revolucionaria.
Decir que el Peronismo no tiene ideología, constituye un agravio a la inteligencia y el reconocimiento de que el odio o la ignorancia obnubila la razón. Veamos por qué. La ideología del Peronismo, se plasmó en una serie de documentos que solo pueden ser ignorado por aquellos que sustentan su práctica política en el pragmatismo oportunista y vacío de contenido. El objetivo superior del Peronismo –substrato de su ideología- ha sido y es la Patria justa, libre y soberana, y el fundamento filosófico de su doctrina: “LA COMUNIDAD ORGANIZADA” (discurso del Gral. Perón en oportunidad de la clausura del Iº Congrego Nacional de Filosofía llevado a cabo en Mendoza hacia el año 1949). Parte del bagaje ideológico del Peronismo está contenido en su disertación sobre la “DEFENSA NACIONAL” del 10 de junio de 1944, en su histórico mensaje ante sus pares del Colegio Militar de la Nación del 7 de agosto de 1945 (“La revolución rusa es un hecho consumado en el mundo. Hay que aceptar esta evolución. Si la revolución francesa terminó con el gobierno de las aristocracias, la revolución rusa termina con el gobierno de las burguesías. Empieza el gobierno de las masas populares”), en CONDUCCION POLITICA (disertaciones de Perón en la Escuela Superior Peronista), en el Manifiesto Peronista del 17 de octubre de 1950 históricamente conocido como “LAS VEINTE VERDADES” (“el Peronismo tiene su propia doctrina política, económica y social: el Justicialismo; el Justicialismo realiza la economía social, poniendo el capital al servicio de la economía y ésta al servicio del pueblo”); en la parte dogmática de la Constitución Justicialista de 1949 (con la cual nuestra Patria ingresó al constitucionalismo social del siglo XX); en “AMERICA LATINA AHORA O NUNCA” y en “LA HORA DE LOS PUEBLOS” de los años 60; en la “ACTUALIZACION DOCTRINARIA PARA LA TOMA DEL PODER” (reportaje fílmico al Gral. Perón por el Grupo CINE LIBERACION de 1971); en el “MODELO ARGENTINO PARA EL PROYECTO NACIONAL” (obra póstuma del Gral. Perón elaborado hacia el año 1974) y por fin, en los cientos de discursos y mensajes a través de los cuales fue definiendo los postulados ideológicos del Peronismo para la posteridad.
En cuanto a la supuesta identidad Peronista del ex presidente Carlos Menem, lo afirmado por el Dr. Simonetti constituye un dislate poco serio. Carlos Menem llegó al gobierno el 8 de julio de 1989 gracias al voto Peronista y de sus aliados del FREJUPO, con las promesas del salariazo, las inversiones de riesgo, la moratoria de la deuda externa y la integración de la Patria grande. Inmediatamente de asumir el “poder formal” dio un giro de 180º y traicionando el mandato popular se alineó “de facto” con la ortodoxia liberal más reaccionaria de la época y naturalmente hizo causa común con los postulados ideológicos de las clases dominantes, dueños del poder real. Perón sostuvo desde los orígenes de su gestión: “No concibo una revolución (el cambio de estructuras) sin una ideología que le de sustento filosófico. La ideología, origen de todas las transformaciones humanas, es imprescindible cuando, por lo menos, se intenta saber lo que se quiere”. Contrariando esa premisa básica y fundamental del Peronismo, Menem sostuvo ya en el gobierno: “sin que esto signifique dejar de lado nuestras ideas (las suyas) … el peronismo actual será pragmático, porque los ideologistas están yendo con paso lento y seguro a los museos y a los archivos en todo el mundo” (Clarín del 29/09/89, pág. 3). Con su traición al mandato popular y su conversión al liberalismo, Menem siguiendo los consejos del FMI y del Banco Mundial desnacionalizó el dominio de los hidrocarburos y privatizó YPF y con la “capitalización de la deuda externa” (aconsejado por Henry Kissinger: “no hay camino indoloro para los países deudores…. Yo prefiero que paguen sus obligaciones externas con activos reales a los bancos acreedores, con la entrega del patrimonio de las empresas públicas”) le puso bandera de remate al patrimonio nacional privatizando las empresas del sector público nacionalizadas por el Peronismo. En materia de política exterior se asoció a George W. Bush y sometió a nuestra Patria a la indigna “relaciones carnales con Estados Unidos”, y como si fuera poco, llevó adelante una política de flexibilización laboral y de desregulación del sistema de la seguridad social, funcional a los intereses del establishment dominante. Muy distinto es el caso de Néstor Kirchner, quien lejos de negar el Peronismo, sostuvo desde el primer día que no estaba dispuesto a resignar sus principios y sus convicciones políticas y fue así como, tras derogar las leyes del punto final, de la obediencia debida y los indultos de Menem, hizo justicia a los miles de argentinos que habían sido víctimas del terrorismo de Estado, sometiendo a la justicia de la Constitución a todos los responsables de los “crímenes de lesa humanidad”. En lo económico –alineado con la tradición Peronista- reformó la Carta Orgánica del Banco Central, reactivó el mercado interno y la industria nacional y repatrió el total de la deuda con el FMI y hacia el año 2005 –sin contraer nuevas deudas con el exterior- llevó adelante la exitosa reestructuración de la deuda externa (paso previo a la reestructuración total del año 2010), a la vez que, derogaba la Ley Banelco (monumento a la corrupción radical) y restituía a los trabajadores los derechos que les habían sido conculcados por la derecha neoliberal en tiempos de Carlos Menem y de Fernando de la Rúa, y rechazando en la Cumbre de Mar del Plata de 2005 el ALCA (promovido por el Consenso de Washington), daba pasos importantes en el proceso de integración latinoamericana y del Caribe con la creación de la UNASUR y la CELAC, siguiendo los lineamientos históricos del Peronismo (“La Comunidad Latinoamericana debe retomar la creación de su propia historia, tal como lo vislumbró la clarividencia de nuestros libertadores, en lugar de conducirse por la historia que quieren crearle los mercaderes internos y externos … Tenemos que asumir el principio básico que dice: Latinoamérica es de los latinoamericanos” J.D. Perón).-
En síntesis, constituye un dislate total poner en pie de igualdad a Carlos Menem con Nestor Kirchner. Aquél, dando las espaldas al pueblo y al Peronismo, se hizo “converso liberal” y vasallo indigno del imperialismo hegemónico al punto al que, supo recibir los elogios encendidos de George Bush, del líder de la UCD Alvaro Alzogaray (designado asesor en materia de deuda externa, y su hija María Julia liquidadora de ENTEL y de SOMISA) y de dos referentes emblemáticos del establishment dominante: José Alfredo Martínez de Hoz y Juan Alemán. En las antípodas, el Peronista Nestor Kirchner se alzó contra el neoliberalismo y la oligarquía, se sustentó políticamente en los trabajadores y los movimientos sociales, hizo posible la reindustrialización y el pleno empleo, y lideró con Hugo Chávez, Lula Da Silva, Evo Morales, Rafael Correa y José Mujica el proceso de integración de los pueblos de América Latina y el Caribe. LA UNICA VERDAD ES LA REALIDAD.
FIRMAN:
Norberto S. Soto: abogado Laboralista, miembro titular de la FAES. Ex asesor de la CGT-Delegación Corrientes, actual; asesor de organizaciones sindicales.
Héctor O. Castillo: ex secretario Gral. de la Asociación Bancaria-Ctes.
Ramón A. Salazar Peleato: abogado – ex juez en lo Penal.
Ramón A. Gómez: abogado Laboralista- ex director Dpto. Pcial. Ex director Diario Corrientes y ex director IOSAP
Daniel A. Bordón: abogado –docente universitario (UNNE)
Juan M. Roldan: abogado
Germán Wiens: ex funcionario Poder Judicial de la Nación
Carlos A. Cassarino: docente e historiador