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Política Panorama Semanal

Ser o no ser

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Crédito: 36296

El peronismo no siempre fue condescendiente con Domingo Peppo. De hecho, la silbatina del acto del viernes en Fontana puede inscribirse en eso, en cierto modo, la disquisición que hizo el gobernador entre Néstor Kirchner y Cristina Fernández nunca va a ser entendida en las filas del kirchnerismo, mucho menos en el contexto en que ensayó el primer mandatario esa diferenciación.

 

Especialmente en la última interna se recordó en los espacios en los que habitualmente no hay límites para jugar a la política no sólo su origen correntino, sino un presunto pasado por la Franja Morada en sus tiempos como estudiante, su estrategia de juego por un candidato como Roy Nikisch para que fuera candidato antes que el propio Capitanich o su silente presencia en el gabinete de Juan Carlos Bacileff Ivanoff, aún cuando el entonces jefe de Gabinete bajara a la capital chaqueña para declararlo enemigo a su vice a cargo del Ejecutivo.

 

Pero su acceso como intendente de Villa Angela fue lo suficientemente clave como para que Jorge Capitanich llegara al gobierno. En tiempos de Angel Rozas, esa intendencia, junto a otras como las de Aldo Leiva en San Martín, Héctor Vega en Machagai o Alfredo Zamora en Quitilipi, comenzaron a hacer un dibujo en las comunas chaqueñas que posibilitó lo otro. Prácticamente todos los municipios importantes del Chaco estuvieron en manos del Justicialismo, antes de tener el gobierno, salvo Resistencia, Sáenz Peña y Charata, que no es poco.

 

Pero además, en el peronismo chaqueño la sangre nunca puede llegar al río. Porque mientras se silban entre peppistas y coquistas, el radicalismo ya tiene dos precandidatos a gobernador. Con todo lo que falta, para el 2019 en Cambiemos del Chaco, ya sirven la mesa y dos comensales tienen los cubiertos en la mano.

 

Si no la unidad, por lo menos el trabajo o la tolerancia puesta para evitar la ruptura es la chance que tendrá el PJ chaqueño para intentar retener el poder.

 

Eso no quiere decir que Domingo Peppo haya dicho lo que dijo. Pese a que ha puesto operadores a negar lo que él no quiere repetir.

 

“Néstor verdaderamente retomo los principios y las banderas del peronismo”, dijo antes de aclarar que "La continuidad de estos objetivos con Cristina Fernández de Kirchner se desvirtuó en un sentido, al final del mandato, quizás en las formas, el estilo, cuestiones que hicieron que no pudiéramos continuar en el poder conduciendo los destinos de nuestra patria, algo se habrá hecho mal y eso es lo que planteamos y decimos y creemos que requiere de una autocrítica", señaló Peppo en diálogo con Télam Radio, conducido por Soledad Cyrulnik y Alejandro Delgado Morales.

 

Es probable que así haya sido. Pero afirmarlo con el diario del lunes, sólo confirma que durante el período en que todo se desvirtuó el propio Peppo afirmaba todo lo contrario.

 

Un acercamiento con Sergio Massa puede convertirte en massista, pero el intendente de Tigre enfrentó a los Kirchner en las elecciones legislativas de 2013. Francisco De Narváez también los enfrentó en 2009. Por no citar a Eduardo Duhalde, que posibilitó la llegada de Kirchner y ambos se desconocieron al final del primer mes del mandato del santacruceño.

 

No hay novedad en que un dirigente del PJ critique al kirchnerismo, aunque alguna vez haya compartido con los Kirchner. Incluso se hacen llamar “renovadores”.

 

Y para el pago chico, los errores, el desmarque del final del mandato de Cristina Fernández, fue el que tuvo a Jorge Capitanich como jefe de Gabinete. Sólo para entender el contexto, hay que recordar que los periodistas porteños al hablar de esto, le preguntaron por qué había dos actos para recordar el fallecimiento de Néstor Kirchner, uno que organizaba él como gobernador y otro que organizaba Jorge Capitanich en Fontana.

 

“Yo soy el presidente del Partido Justicialista del Chaco”, les aclaró Peppo a los periodistas. Y es así, pero, la existencia de dos actos está mostrando a las claras que su gestión no está conteniendo a todo el peronismo.

 

Es más, pese las presencias que tuvo  (gobernador, vice, intendentes, diputados, intendentes, concejales) el “acto oficial” alcanzó el salón de actos del local de la calle Mitre. En Fontana en cambio, hubo movilización militancia, y hablando de contención, fue allí, donde había militantes de a pie, donde lo silbaron. No fueron todos. Los dirigentes no lo hacen.

 

Un ensayo de respuesta oficial, transmitido por la radio del gobierno, revela la trascendencia que tuvo el hecho. Sin que nadie lo haya firmado, pero presentado en esa emisora como respuesta del gobierno, revela que los silbidos y abucheos estaban destinados a “no dejarlo hablar” hablar a Peppo y en lugar de componer, enfrenta “como si ellos pudieran decidir quién tiene derecho a homenajear a Néstor y quién no. No entienden que por no dejar hablar al otro y gritar más fuerte se perdió la Nación, y si seguimos por esta senda vamos a ver gobernar a la derecha muchos años más. No nos engañemos: estos compañeros estratégicamente ubicados cerca del palco no eran infiltrados. No importa si son camporistas o de un partido “amigo”, porque los sectarios son iguales en todas partes, se les notan de lejos las ganas de destruir. Una pena que los organizadores no previeran estos desbordes y dejaran que la máxima autoridad del peronismo provincial quedara a tiro de unos francotiradores de salón”.

 

Juan Domingo Perón decía: “No hay nuevos rótulos que califiquen a nuestra doctrina ni a nuestra ideología, somos lo que las veinte verdades peronistas dicen”, y una de esas verdades es categórica: “Para un peronista no puede haber nada mejor que otro peronista”.

 

El puñado de muchachos enojados con la construcción que impulsa nuestro gobernador para intentar recuperar la Nación no lo entendió. Para ellos el peronismo tiene que ser hermético, de puertas cerradas, de pureza ideológica, de ceño fruncido. Quieren un peronismo chiquito y prepotente.

 

Por suerte nuestro movimiento tiene anticuerpos para evitar el contagio de tanto odio. Ojalá alguien les recuerde a estos muchachos otro axioma peronista que nos ha enseñado durante décadas a ser leales y disciplinados: “El que gana conduce y el que pierde acompaña”.

 

Es también un reflejo de los inconvenientes que tiene el primer mandatario para hacer pie en la interna nacional. Tomó distancia del kirchnerismo, tomó distancia de la conducción nacional de José Luis Gioja, se acercó y alejó del Grupo Esmeralda. Se acercó al tándem Verónica Magario-Fernando Espinoza en La Matanza, pero no estuvo ni iba a estar en el acto que se hizo allí con la presencia de Maximo Kirchner y Daniel Scioli, entre otros.

 

Pero esa es también la realidad del peronismo a nivel nacional. No hay pasos hacia adelante, al borde de una diáspora no encuentra un líder que canalice el reclamo de la gente. Y en esas aguas pescan el macrismo, los líderes de la CGT y especialmente Massa y Margarita Stolbizer.

 

Esto que parece apenas el juego particular de la política lleva también el avance de las medidas de ajuste en perjuicio de los sectores asalariados, los pequeños empresarios. Esta es una de las consecuencias de tantas idas y vueltas.

 

Roy Nikisch evaluó los primeros diez meses de gestión de Domingo Peppo y le dijo que en ese período de gobierno ningún gobierno anterior, desde Florencio Tenev hasta Jorge Capitanich, habían tenido tanto dinero. Es cierto, tanto como que en ese mismo lapso, Mauricio Macri tuvo tanto como no tuvieron (en sus primeros meses de gobierno) ningún presidente antes, desde Raúl Alfonsín hasta Cristina Fernández.

 

La pregunta que se hace el exgobernador y ahora diputado, es ¿dinero para qué? ¿a dónde va?

 

Mirar el contexto nacional y ver hacia dónde fueron tantos miles de millones de dólares, en tan corto tiempo. Porque fronteras adentro lo que baja es el ajuste.

 

Y para el que protesta, está la recomendación del presidente de la Federación Económica del Chaco, Sergio López. Palo.

 

Impreciso, en esa misma entrevista radial, Peppo adelanta el empleo de “una especie de protocolo”. Quiere decirlo pero sabe que no debe hacerlo. El que sabe, dijo López, es Bacileff Ivanoff.

 

A esa especie de protocolo los dirigentes sociales, entre ellos Emerenciano Sena, salieron a advertir que iban a sitiar la ciudad. Si a la gente le molesta un corte de ruta o el habitual corte de calles en cercanías de Casa de Gobierno o de Desarrollo Social, los movimientos ahora, iban a cortar todo. Una muestra de poder.

 

El ministro de Gobierno, Juan José Bergia, otra vez, desactivó la protesta. Esta semana se vence una tregua. Más de 35 cooperativas deben recibir fondos para reactivar sus planes de trabajo. Según los cálculos que el gobernador hizo en Radio Télam, la atención será para menos del 10% de cooperativas que hay en el Chaco. Más de 500 dijo Peppo.

 

El propio Bergia no esconde cuál es el problema. La sábana es corta, el tema es a quien se abriga y a quién se deja fuera. 

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