En medio del conjunto de reformas laborales y tributarias con las que intenta avanzar el Gobierno, un ranking internacional sobre los sistemas previsionales ubicó al de la Argentina en el último puesto.
Se trata del Índice Global de Pensiones de Melbourne de la consultora Mercer, que compara los sistemas previsionales de 30 países con más de 40 indicadores para medir su adecuación, sustentabilidad e integridad.
La Argentina se ubica en el último lugar, con 38.8 puntos, muy por detrás de sus vecinos de la región como Chile (con 67.3 puntos), Colombia (con 61.7 puntos), Brasil (con 54.8 puntos). Dinamarca, por sexto año consecutivo, conserva el primer puesto con una calificación global de 78.9, por arriba de los Países Bajos y Australia, con 78.8 y 77.1, respectivamente.
"Analizar las razones del posicionamiento de Argentina, último en una lista de 30 países, en este momento de propuestas de reformas previsionales, parece más que adecuado. Las recomendaciones generales de David Knox, socio senior de Mercer y autor del estudio, y su equipo para la mejora de todos los regímenes caben en un 100% para nuestro país", explica Ana María Weisz, directora de Wealth de Mercer de Argentina.
El informe de la consultora señala que "para mejorar la provisión de ingresos jubilatorios adecuados y sostenibles en todo el mundo", los países deberían considerar algunas "recomendaciones", muchas que coinciden con las propuestas del Gobierno:
• Incrementar gradualmente la edad jubilatoria promedio a medida que aumenta la esperanza de vida.
• Aumentar el nivel de ahorro, tanto dentro como fuera de los fondos de pensiones, para garantizar que las personas dependan menos del gobierno en sus futuros años de jubilación.
• Aumentar la cobertura de las pensiones privadas en la fuerza laboral, incluidos los trabajadores independientes y eventuales para ofrecer una mejor integración entre los diversos pilares.
• Reducir el acceso de los miembros a los beneficios antes de la jubilación para garantizar la conservación de los fondos hasta la jubilación.
• Aumentar la transparencia de las operaciones de los planes de pensiones, mejorando así la comprensión y la confianza de todas las partes interesadas.
"El aumento de la expectativa de vida y el bajo rendimiento de las inversiones están teniendo efectos significativos a largo plazo en la capacidad de muchos sistemas de todo el mundo de brindar suficientes beneficios de retiro, tanto en la actualidad como en el futuro", alerta Knox.
Además, explicó que estas presiones han alertado a las autoridades sobre la creciente importancia de los problemas de equidad intergeneracional y recalcó la necesidad de los países de abordar la sustentabilidad a la hora de pensar en una reforma previsional.
Actualmente con la medición de 30 países y la cobertura del 60% de la población mundial, la novena edición del Índice Global de Pensiones de Melbourne de Mercer insta a los países con sistemas de pensiones no sustentables a "actuar ya, en lugar de arriesgarse a tener la necesidad de tomar medidas aún más drásticas en el futuro". "Los sistemas de pensiones no sustentables de algunos países necesitan aprender de los países líderes o corren el riesgo de generar problemas de equidad intergeneracional y decepcionar a sus jubilados", indicó el informe.
"Japón, Austria, Italia y Francia son ejemplos de países desarrollados cuyos sistemas de pensiones no representan un modelo sustentable que vaya a respaldar a las generaciones presentes y futuras en la vejez. Esto se debe a una combinación de factores que incluyen la falta de activos reservados para el futuro, la escasa participación de las personas de edad avanzada en la fuerza laboral y los grandes cambios demográficos hacia una población envejecida", señaló Knox.
Y advierte: "Si no se introducen cambios, estos sistemas provocarán presiones sociales en las que los beneficios de las pensiones no se distribuyan de forma equitativa entre las diferentes generaciones".