La brecha de ingresos y el coeficiente de Gini arrojaron un incremento de las diferencias en la distribución de los ingresos en el NEA. El 10 por ciento con más recursos monetarios concentra el 31 por ciento de la riqueza.Los indicadores que miden la desigualdad en los ingresos familiares del Nordeste treparon varios puntos en los últimos dos años. Así, en el NEA, el 10 por ciento que más gana, percibe 18 veces más que el que menos.
Recientemente el Indec publicó los indicadores de distribución del ingreso que mide la Encuesta Permanente de Hogares (EPH). Existen dos índices que permiten observar el escenario de este reparto. Estos son la brecha de ingresos familiares y el coeficiente de Gini.
En el caso del primero, el organismo nacional difundió que durante el primer trimestre de 2019 la brecha de ingresos por promedios del ingreso per cápita familiar de la población en el NEA era de 18 puntos. Esto significa que, si se divide la población en deciles, es decir, porcentajes de 10 por ciento, sobre un total del 100 por ciento, el que se encuentra en la cúspide de la pirámide, el que más gana, supera 18 veces los ingresos promedios per cápita familiar de los que están en la base, los que menos ganan.
El decil 10, que es donde se encuentra la población que mayores ingresos económicos percibe, registra una amplitud de montos, lo cual también marca una pauta de una acentuación de los extremos, asimetrías, incluso dentro del mismo sector que cuenta con mayores recursos monetarios.
En el Nordeste, la población que se encuentra en dicho grupo cuenta con una escala de ingreso de 20 mil a 134.400 pesos. Mientras tanto, el grupo que se ubica en el decil 9, percibe únicamente entre 13.400 y 20 mil pesos, lo cual marca una mayor compactación.
Vale aclarar que los datos se corresponden con los resultados del primer trimestre del año, publicados recientemente por el Indec. No miden la desigualdad en su plenitud ya que oscila por los extremos, sin embargo para complementar, se debe tener en cuenta el coeficiente de Gini, que se realiza sobre el total de la población. Ambos números, no obstante, son complementarios al índice de pobreza, cuyas cifras se conocerán mañana.
Concentración
El 10 por ciento de la población que menos gana en el NEA registra una escala de ingresos de 0 a 2.400 pesos. En este grupo se ubican más de 140 mil personas. En el decil 2, la escala de ingresos varía de 2.444 a 3.571 pesos. Vale aclarar que existe población que no registra ingresos al ser pasiva.
En el Nordeste, lo que gana la población que se ubica en el decil 1, representa únicamente el 1,7 por ciento de los ingresos totales, es decir, de la riqueza de la región.
Esto equivale a más de 227 millones de pesos. En el otro extremo, el decil 10 concentra el 31,6 por ciento de la riqueza. Sus ingresos representan más de 4.189 mil millones de pesos.
Por otra parte, el ingreso promedio per cápita familiar del 10 por ciento de la población más pobre es 1.621 pesos. Este se obtiene dividiendo el ingreso total familiar por la totalidad de los componentes del hogar. En el segundo grupo más pobre, perciben 3.018 pesos en promedio por miembro familiar; y en el tercero, 3.939 pesos.
En el extremo opuesto, las familias con mayores ingresos, registran en promedio, 29.966 pesos per cápita familiar. El segundo grupo de hogares más ricos, concentran el 17,3 por ciento de la riqueza y, en promedio, sus ingresos son de 16.323 pesos. En total, representan más de 2.288 millones de pesos.
Estratos
Si se dividen estos ingresos por estratos es posible señalar tres, los cuales evidencian una amplia desigualdad. Por un lado, la mayoría se ubica en los estratos bajo y medio. Los primeros, (los deciles 1, 2, 3 y 4), registran un ingreso medio de 3.397 pesos.
Los segundos, (deciles 5, 6, 7 y 8), contabilizan, en promedio, un ingreso de 8.711 pesos. Mientras que en el considerado estrato alto, (9 y 10), el ingreso promedio es de 23.135 pesos.
Evolución
En dos años creció la brecha de ingresos por promedios per cápita familiar de la población en el Nordeste. Esta es una medida de desigualdad que relaciona los extremos de la distribución. En el caso de las distribuciones decílicas, es el cociente entre el decil 10 y el decil 1.
En el primer trimestre de 2017 fue de 16 puntos en el Nordeste; en el segundo de ese año, de 12 puntos. En el tercero y cuarto, 14 cada uno. Igual número se mantuvo en el primero y en segundo de 2018.
Sin embargo, en el tercer trimestre del año pasado, la brecha pasó a 15 puntos, y en el cuarto, saltó a 17 puntos. Esto, en coincidencia con los períodos de devaluaciones que decantaron en inflación y, por ende, incremento de la pobreza.
En el primer trimestre de 2019, la brecha de ingresos ascendió a 18 puntos en el NEA. Si se compara con otras regiones, es la tercera más baja del país, luego del Noroeste, con 14; y la Patagonia, con 15.
La región con mayor brecha es el Gran Buenos Aires, con 23 puntos. En segundo lugar, la región Pampeana, con 20; y en tercero, Cuyo, con 19 puntos, según los datos del cuarto trimestre publicados por el Indec.
Gini
Otro de los indicadores de desigualdad es el coeficiente de Gini. Toma valores comprendidos entre 0 y 1. El valor 0 corresponde al caso de “igualdad absoluta de todos los ingresos” y el valor 1 al caso extremo contrario, donde todas las personas tienen ingreso 0 y una sola persona se lleva el total.
Teniendo en cuenta estos parámetros, la región Nordeste se encuentra prácticamente a mitad de camino entre ambos extremos.
El coeficiente de Gini es de 0,428 puntos en el primer trimestre de 2019. Es el tercero más alto del país, luego de Cuyo, que presenta 0,452 puntos; y NOA, con 0,432.
En términos diacrónicos, el indicador registró un crecimiento en dos años. En el primer trimestre de 2017 y de 2018, fue de 0,409 puntos. En el cuarto de ese último año, de 0,401 puntos.