Las casas y el predio de Santa Catalina en general están equipados con redes de agua, cloacas e iluminación, pero la llegada y la salida sigue generando problemas. La sobrecarga de tránsito en Maipú y la carencia de vías alternativas dificultan la accesibilidad.
Con la entrega de las nuevas casas, Santa Catalina llega a más de 600 familias y contará, dentro de poco, con otras 300. En el predio, donde sobresalen los dos grandes grupos habitacionales, uno de 678 del plan Procrear y las 350 hechas por el Instituto de Vivienda de Corrientes (Invico).
Aunque un sector cuenta con pavimento y el otro con ripio, las calles ya trazadas en el terreno se encuentran en buenas condiciones de cara a la mudanza de las familias que se dará seguramente en el transcurso de esta semana.
En las 350 habilitadas el lunes pueden verse las casas de dos colores, algunas de amarillo claro y otras más parecido al tono ladrillo. Más allá de esto, como en cualquier nuevo barrio, se advierte una absoluta uniformidad que seguramente se irá perdiendo con los días cuando cada vecino pueda realizar algunas modificaciones.
Las viviendas cuentan con tanques de agua y, al igual que el grupo entregado hace menos de un año, tienen a disposición los servicios básicos por ser una zona planificada para el crecimiento y la expansión de la ciudad.
En la zona de las casas del Invico hay un amplio espacio verde destinado a la recreación, con bancos y cestos de basura. En el mismo lugar, montaron un polideportivo que seguramente será utilizado por los más chicos. Toda la zona cuenta con iluminación led, que consume menos energía que los focos tradicionales.
A pesar de varias obras viales, llegar y salir del barrio sigue siendo la principal complicación para los vecinos y también para los que lleguen ocasionalmente al predio. Por el momento, la única vía de llegada es la avenida Maipú, que desde hace tiempo presenta serias complicaciones por un cargado tránsito que incluye camiones y micros de larga distancia.
Con una nueva avenida que se proyecta para que una la zona del ex Regimiento Santa Catalina con Alta Gracia, esperan aliviar al menos parcialmente las dificultades de Maipú, y dar otra alternativa, atentos también a que se proyecta que el barrio siga sumando habitantes, por lo que los problemas podrían agravarse.
Para ello también avanzaron en el último tiempo con la pavimentación de la calle Santa Catalina y de la avenida Paysandú hacia el sur, buscando agilizar la circulación hacia el predio que se encuentra habitado hace menos de un año. El Litoral
