Entre tantas pinturitas que va dejando para el historial de la DPEC escribiendo su peor crisis energética de los últimos cincuenta años, San Roque está sin luz desde las 7:00 de la mañana como todos los días; San Luis del Palmar sufre lo propio con diez y doce horas de apagones; los barrios periféricos de la capital correntina sufren baja tensión, desperfectos de electrodomésticos y cortes de luz, especialmente a la siesta con 50 grados de calentura social.
El mejor estilo del rabino Bergman, que apareció un mes después de los incendios forestales que se desataron en el sur del país sin hacerse cargo de nada. En la crisis energética de la provincia, tampoco aparece nadie para hacerse cargo de algo y, según las malas lenguas, el ministro interventor estaría disfrutando de sus merecidas vacaciones en las hermosas aguas del mar frente a Río de Janeiro donde, por cierto, no se corta la luz, por las dudas, para no acercar malos recuerdos.
Qué lindo debe estar Río, para descansar después de un año de contar tanta plata. En tanto los sufridos correntinos no tienen ni para ir al río… tragicómico.
Toda la localidad de San Roque está sin luz desde las 7:00 de la mañana de este viernes, la gran mayoría de los barrios periféricos de la capital correntina soportan otro apagón desde las 15:00 con 42° de sensación térmica, en medio de un sol infernal. A todo esto las autoridades de la DPEC, no se declararon siquiera en emergencia.
Por caso, en San Roque existen personas mayores que están casi agonizando y si no se hace algo de manera urgente, especialmente con el suministro de luz, aunque más no sea para hacer funcionar un ventilador, abanicarla, apantallarla, algo. La cosa podría ser peor.
En San Luis del Palmar, la situación es deplorable y coinciden con la capital correntina que se atraviesa el peor verano de los últimos cincuenta años, en materia de temperatura alta y de caóticos e interminables cortes energéticos.
Se suma la bronca de la gente que no solo ve como se les funde las mercaderías, los alimentos, los remedios, las conservas, todo lo que requiera de una cadena de frío; adosados a la falta de un descanso reparador, porque por las noches es imposible conciliar sueño, donde ningún aparato de ventilación es posible hacerlo funcionar porque ahora, en el sistema eléctrico, hizo metástasis la baja tensión, algo que antiguamente no pasaba.
La consecuencia es grave, los electrodomésticos, las personas, todos, pagan como el pato de la boda.
Y eso de reclamarle los desperfectos hogareños a la DPEC, sencillamente es una joda.
Para entender esta situación, hay que remontarse a los discursos de las autoridades que en medio de la folletería de camionetas, escaleras, cables, casquitos y casquetes, anillos energéticos, entre otras pirotecnias propagandísticas, solo se limitaban a anunciar que en este verano 2017 se iban a soportar nuevos cortes energéticos.
En esos mensajes de casi un año atrás nadie imaginaba estos calores con temperaturas por encima de los 40° todos los días y semejante crisis energética, con cortes de luz a cada rato.
Mientras tanto, lejos de su trabajo original, la DPEC se entretiene en las redes sociales con comunicaditos de poca monta, anunciando cortes por “mejoras”, precisamente en los barrios periféricos de la ciudad, donde la gente es tratada como verdaderos marginales.
Seguramente cuando el “rabino correntino” (con mil pedidos de disculpas hacia la colectividad), sin ánimo de agraviar, porque en la falta de responsabilidad mucho se parecen el ministro Bergman y el ministro Vaz Torres; este último vuelva de sus vacaciones en Río, todo se solucionará como por arte de magia.
