Fueron miles y miles de mujeres que se movilizaron en la Argentina y el mundo. Sin embargo cada protesta incluyó ingredientes propios de cada país. Todos los reclamos que movilizaron a cientos de miles de mujeres en la Argentina.
Cientos de miles de mujeres en todo el país en el marco del 2° Paro Internacional de Mujeres en reclamo por la igualdad de género en todos los ámbitos. En la Argentina, particularmente, también se sumó el reclamo por la despenalización del aborto, debate que comenzará a darse en las próximas semanas en el Congreso precisamente por la movilización de miles de mujeres.
Tras la marcha en Buenos Aires, que comenzó en Plaza de Mayo y confluyó frente al Congreso de la Nación, se leyó un documento que condensó todos los reclamos expresados a lo largo de esta histórica jornada de protesta.
Aquí el texto completo de dicho documento:
Hoy estamos acá porque construimos juntas un segundo paro internacional feminista. Paramos contra los despidos, el ajuste del gobierno y por aborto legal, seguro y gratuito.
Desde el feminismo nos autoconvocamos masivamente pidiendo justicia y aparición con vida de Santiago Maldonado. Denunciamos el crimen de Estado que asesinó por la espalda a Rafael Nahuel y que sigue en estos días reprimiendo a la comunidad mapuche.
Escuchamos en el transcurso de este año a las ex hijas de genocidas desafiliarse de sus progenitores, evidenciando cómo la crueldad de los campos de concentración se traducía en crueldad en la intimidad del entorno familiar.
Repudiamos que se les conceda prisión domiciliaria a los represores. Nosotras volvemos a gritar que la única casa de los genocidas es la cárcel. Que no olvidamos ni nos reconciliamos.
En diciembre salimos a las calles contra la reforma previsional, porque politizamos la reproducción de la vida y evidenciamos cómo las principales afectadas somos las mujeres. No hubiera habido diciembre sin nosotras.
Nuestra fuerza callejera hace que cuando una de nosotras habla, muchas otras se sienten acompañadas para romper el silencio: este año, en primera persona y colectivamente, desnaturalizamos las violencias sexuales. Ya #NoNosCallamosMás.
La marea feminista sigue creciendo como una fuerza internacionalista.
Paramos porque somos parte de una historia colectiva. Toda lucha feminista es la que nos tiene a las mujeres, lesbianas, trans y travestis organizadas contra el patriarcado en las calles, en las plazas, en los lugares de trabajo, en las casas y en las camas.
Estamos acá porque nos precedieron las luchas protagonizadas por las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y por las mujeres piqueteras.
Paramos porque hacemos visible el mapa del trabajo en clave feminista y porque hemos tramado en asamblea alianzas transversales entre los distintos conflictos.
Paramos las ocupadas y desocupadas, las asalariadas y las que cobramos subsidios, las trabajadoras de la economía popular y las que realizamos tareas domésticas y de cuidado. Paramos las privadas de libertad, explotadas en cárceles provinciales.
Pedimos la reincorporación de todas las despedidas. Exigimos la derogación inmediata de la reforma previsional porque implica un retroceso paral las amas de casa y trabajadoras domésticas informales. Rechazamos el recorte de la AUH y de todos los planes sociales.
Exigimos licencias por violencia de género, licencias más amplias de paternidad y maternidad, asignación para mujeres en situación de violencia de género igual a la canasta familiar.
Exigimos representación de mujeres en las cúpulas sindicales y paridad en la representación gremial. Exigimos inclusión de las demandas de las mujeres en las paritarias.
Paramos porque exigimos #AbortoLegalSeguroYGratuito. Estamos transitando un tiempo histórico, los pañuelos verdes de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto nos hermana en un grito que ya es global.
Seguimos tiñendo las calles de verde. Lograremos que nuestro proyecto de interrupción voluntaria del embarazo sea ley y nuestra consigna, realidad: 'Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir'.
Paramos para defender nuestras disidencias sexuales y de género. Basta de violencia a los cuerpos disidentes. Basta de criminalizarnos por defendernos.
No necesitamos tratos especiales, exigimos tratos humanos.