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Sociedad

El libro para dormir nenes que es furor mundial

En tres meses llega a la Argentina.

En tres meses llega a la Argentina.

El libro más vendido en Amazon no es una novela erótica, una trilogía de superhéroes, ni un ejemplar de autoayuda. Se llama "El conejito que quiere dormirse" y se convirtió en un verdadero fenómeno mundial. Las rarezas siguen. No fue creado por un escritor, ni por un experto en literatura infantil, sino que surgió de la experiencia de un psicólogo sueco, llamado Carl-Johan Forssén Ehrlin.

En un principio, fue una autopublicación que el propio autor hizo en Amazon. Primero la subió en sueco, en 2011, y luego en inglés, en 2014. Las ventas se dispararon tanto que se mantuvo, en Estados Unidos, durante tres semanas en el puesto número uno. Fue traducido a varios idiomas y figura entre los primeros puestos en Reino Unido, España y Francia.

Conejito Carlitos está cansado y quiere quedarse dormido, pero no puede. Por eso, va con su mamá a visitar al Tío Bostezo, para que le ayude. Después de algunos encuentros en el camino, recibe del Tío Bostezo un polvo mágico, que le ayuda a Carlitos a conciliar el sueño más rápido.              

El uso de técnicas psicológicas y las condiciones específicas en las que el libro está basado harían que los niños duerman bien. El autor asegura que el poder hipnótico es tan grande que "no debe leerse en voz alta cerca de alguien que esté conduciendo un auto". Para lograr ese efecto, usó 85 veces las palabras "dormir" o "quedarse dormido". En algunas partes del cuento, el lector debe bajar el tono de voz y en otras se lo invita a bostezar.

Desde la editorial Penguin Random House confirmaron a Clarín que saldrá a la venta en la Argentina a partir de diciembre. Se espera que sea uno de los favoritos entre los regalos de Navidad. Todavía no informaron el precio que tendrá ni la cantidad de ejemplares que lanzarán, pero sí se sabe que llegará a nuestras librerías con una tapa similar a la que está recorriendo el mundo:

El libro pretende solucionar un problema tan simple como cotidiano: ¿cómo lograr que los chicos duerman? Más allá de este cuento en particular, varios expertos consultados por Clarín confirman que leerles a los niños en la cama es clave para ayudarlos a lograr un buen descanso.

"Siempre decimos que la lectura es el mejor hipnótico", lanza la doctora María Celia Daraio, de la Unidad de Medicina del Sueño de la Fundación Favaloro.

Por supuesto, continúa Daraio, se recomienda antes que la TV o la radio (ambos muy utilizados) y se desaconsejan totalmente los teléfonos, tablets y computadoras antes de dormir, por la retroiluminación azul que retarda el adormecimiento. En los niños, ya desde los primeros meses de vida, la experta sugiere acostarlos en su cuna y acompañar el inicio del sueño con una o dos canciones, que ayudan a relajarse. Una vez que la comprensión y el interés por los libros se inicia, esto es alrededor del año, se pueden leer dos o tres cuentos antes de apagar la luz.

"La lectura tiene un efecto sedante", coincide el doctor Fernando Burgos, jefe de pediatría ambulatoria del Hospital Universitario Austral.

Al escuchar una historia, los niños se sienten protegidos, y eso les facilita conciliar el sueño. "Establecer esta rutina les organiza la vida y les hace saber lo que tienen que hacer, aportándoles así seguridad. Escuchar un 'final feliz' puede provocar en ellos un estado de relajación y tranquilidad que les ayudará a conciliar el sueño. Los niños que duermen escuchando la voz de sus padres se enfrentan con menos problemas de pesadillas y terrores nocturnos, que aparecen a los 4 ó 5 años de vida", agrega Burgos.

Más allá del contenido del libro (que, obviamente, debe ser acorde a la edad y los gustos del chico) es muy importante la manera en que se lee.

"Hay que generar un ambiente de descanso: bajar las luces, usar un tono de voz bajo y leer pausado", describe la licenciada Daniela Vrancic, del Departamento Infanto-Juvenil de INECO.

Porque al momento de compartir una historia, dirá Vrancic, se puede disfrutar de otro gran beneficio: estimular el vínculo padres/hijos y la buena comunicación entre ellos. En esa línea, cabe preguntarse si "El conejito que quiere dormirse" es mágico, es revolucionario, o es simplemente un cuento que ayudó a recuperar un momento íntimo en las familias, postergado desde la invasión de las pantallas en sus hogares. Habrá que esperar hasta diciembre para saberlo. (Clarín)

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