Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
Recibí las notificaciones

DESBLOQUEAR NOTIFICACIONES

Siga estos pasos para desbloquear

Sociedad Preocupa la situación de ambas

Goya: La mujer de 85 años y su hija, en estado vulnerable

Agrandar imagen
Crédito: 80916

Pasaron varias semanas y no aparece ningún familiar de Idalina y Aurora, tampoco recibieron asistencia de alguna institución. Preocupa el estado de salud de las dos.


La si­tua­ción de Ida­li­na Mo­rei­ra, de 85 años, y su hi­ja Au­ro­ra, oriun­das de San­ta Fe y que se en­cuen­tran vi­vien­do en Go­ya, con­ti­núa sien­do pre­o­cu­pan­te. Las dos mu­je­res es­tán en una si­tua­ción de vul­ne­ra­bi­li­dad en una pe­que­ña pie­za que se en­cuen­tran al­qui­lan­do.


Pa­sa­ron va­rias se­ma­nas y las mu­je­res con­ti­nú­an so­las, has­ta el mo­men­to no apa­re­ció nin­gún fa­mi­liar y des­de or­ga­nis­mos ofi­cia­les no tu­vie­ron res­pues­tas. “El vier­nes me lla­mó un fa­mi­liar pe­ro des­pués no su­pe na­da más de esa per­so­na”, con­tó a épo­ca Do­min­go Roc­dan, quien jun­to a su fa­mi­lia se en­cuen­tran ayu­dan­do a Ida­li­na y Au­ro­ra.


La his­to­ria con­mue­ve. La mu­jer de 85 años se en­cuen­tra acom­pa­ña­da de su hi­ja con Sín­dro­me de Down. Las dos tie­nen com­pli­ca­cio­nes en su sa­lud y la fa­mi­lia Roc­dan tra­ta de ayu­dar­las.


La mu­jer tie­ne una pen­sión na­cio­nal, que aho­ra es­tá uti­li­zan­do pa­ra pa­gar el al­qui­ler del lu­gar don­de es­tá ha­bi­tan­do. Sin em­bar­go, no es­tán en las me­jo­res con­di­cio­nes ya que se tra­ta de una pen­sión, el ba­ño es­tá dis­tan­te al dor­mi­to­rio de ellas y es com­par­ti­do ade­más, no tie­nen es­pa­cio pa­ra co­ci­nar.


“Es­ta­mos tra­tan­do de cu­rar­le la pier­na pa­ra que pue­da es­tar me­jor. El lu­gar don­de es­tán no es lo me­jor pa­ra ellas”, la­men­tó el hom­bre.


Pe­se a las ges­tio­nes que re­a­li­zó la fa­mi­lia de Do­min­go Roc­dan, to­da­vía no con­si­guió ayu­da de al­gu­na ins­ti­tu­ción. En su mo­men­to, el Ho­gar de An­cia­nos de Go­ya mos­tró dis­po­si­ción pa­ra re­ci­bir a la mu­jer de 85 años pe­ro no po­día alo­jar a su hi­ja.


His­to­ria de vi­da


Va­rias se­ma­nas atrás, la abue­la jun­to a su hi­ja apa­re­cie­ron en la ca­sa de Do­min­go Roc­dan. El hom­bre, un pe­que­ño co­mer­cian­te de Go­ya, vi­ve con sus sie­te hi­jos.


Cuan­do las dos mu­je­res con­ta­ron su his­to­ria, las dos hi­jas más chi­cas de Do­min­go ce­die­ron su dor­mi­to­rio pa­ra que ten­gan un lu­gar don­de que­dar­se.


“To­dos nos con­mo­vi­mos por la his­to­ria y mis hi­jas me di­je­ron que iban a dor­mir en el si­llón pa­ra que ellas es­tén có­mo­das”, con­tó a épo­ca el hom­bre.


La fa­mi­lia fue la en­car­ga­da de con­se­guir­le al­gu­nos mue­bles pa­ra que es­tén có­mo­das en el lu­gar don­de al­qui­lan.


“Me pre­o­cu­pa mu­cho la si­tua­ción de ellas. Yo pi­do que al­gún fa­mi­liar se acer­que a mi­rar por ellas por­que no pue­den es­tar so­las”, in­di­có Do­min­go.

 

El hom­bre con su fa­mi­lia tra­tan de vi­si­tar­las cons­tan­te­men­te pa­ra que na­da les fal­te.

Dejá tu opinión sobre este tema

Noticias destacadas

Más noticias

Te puede interesar

Newsletter

Suscribase a recibir información destacada por correo electrónico

Le enviamos un correo a:
para confirmar su suscripción

Teclas de acceso