Música, danza, poesía, exposiciones fotográficas entre otras presentaciones fueron parte del homenaje al "Pai". "Dejó una semillita para que sigamos cultivando su legado", expresaron desde el Instituto de Cultura.
Como sucedía cada vez que ingresaba al teatro Oficial Juan de Vera, su paso pausado, lleno de paz y vida, se sentía en el ambiente y ayer, una sensación similar se sintió, en el marco del homenaje a Julián Zini. Su alma parecía moverse entre los amigos y personas que participaron del evento que se realizó en el hall del "Coliseo correntino" desde las 20.
"El gran chamamecero de la palabra", así se denominó el acto organizado por el Instituto de Cultura de la Provincia y con acertado criterio. Nadie ha dado tanto valor a la poesía del chamamé como lo hizo Zini.
"Hoy es un día especial, es un día en el que toda la gente que recibió esa semillita que nos dejó Julián Zini va a recordarlo y no quisimos estar lejos de ello, para así recordar a quien marcó un antes y un después, instalando un valor preponderante en la palabra", refirió Eduardo Sívori, director de la Fiesta Nacional del Chamamé. A esto, el también administrador a cargo del teatro Vera agregó: "Para mí, Julián es el cura de la palabra chamamecera o es el chamamecero de la palabra, tantos libros que escribió, que dejó como en las letras de las canciones que canta todo el mundo o en los recitados que él hacía y su voz marcaba diferencia a si lo decía cualquier otro. Tenían algo muy especial estos poemas dichos por el propio Julián", agregó Sívori.
Alrededor, las imágenes de distintos momentos, muchos cruciales e históricos para la cultura chamamecera, mostraban apenas unas hojeadas del legado universal que nos obsequió el "pai", casi como un testamento religioso de nuestro "Ñandereko" (manera de ser, en guaraní).
Otro momento de profunda emotividad fueron las imágenes que proyectó el departamento de Cine y contenido Audiovisual del Instituto de Cultura, como ser un espectáculo en el Festival del Mate en Virasoro y su testimonio en el marco del segundo Congreso de Chamamé que se realizó en 2018.
No faltó su poesía transformada del chamamé y con intervenciones musicales de "Nacho" Acevedo Máximo Benítez y Ezequiel Romero, y una pareja del ballet Agua de Lluvia, dirigido por Rodrigo Geminiani. La nostalgia se hizo danza y música con las obras de este grande de nuestra cultura.
En su homenaje no podía faltar la palabra y llenos de sensibilidad y versos, el final unió a Simón Overti, Juan Pablo Barberán, Ariel Ramírez y Cayo Fernández, quienes se llenaron de emoción y le rindieron homenaje en recitados y chamamé. De esa manera, volvió a hacerse eterno el querido Julián Zini.