El dato se ubica 1,6 puntos porcentuales por encima de la tasa registrada en el segundo semestre de 2017. Sin embargo, con relación a igual período de 2017, se verificó una disminución del 1,3 puntos. En tanto, la tasa de indigencia subió levemente al 4,9% frente a fines de 2017.
Por efectos de la devaluación, la pobreza en Argentina aumentó al 27,3% en el primer semestre del año, desde el 25,7% registrado en el segundo semestre de 2017, informó este jueves el INDEC.
Sin embargo, con relación a igual período de 2017, se verificó una disminución del 1,3 puntos porcentuales, debido a que hacia final de junio de 2017 se ubicaba en el 28,6%, de acuerdo con los índices oficiales.
Por otro lado, un 4,9% de la población se encontraba en situación de indigencia en ese período, comparado con un 4,8% en el segundo semestre del 2017. Si se mide con relación al primer semestre, el índice registra una baja de 1,3 puntos, desde el 6,2%.
El indicador es considerado clave por el Gobierno del presidente Mauricio Macri, que llegó al poder hace casi tres años con la promesa de erradicar la pobreza en el país.
El empeoramiento de la tasa de pobreza verificado en el primer semestre se correlaciona con un deterioro del poder adquisitivo de la población, que afecta a las distintas fuentes de ingreso (salario del sector privado registrado, paritarias estatales, jubilaciones, AUH), en un contexto de relativa estabilidad del mercado de trabajo.
Vale aclarar que el dato del primer semestre de este año solo contempla muy parcialmente el efecto de la disparada inflacionaria producto de la brusca devaluación del peso de los últimos meses.
En consecuencia, es posible suponer que en el semestre en curso (segunda mitad de 2018), la tasa de pobreza volverá a subir entre dos puntos y dos puntos y medio, ubicándose alrededor del umbral del 30%, registro similar al del segundo semestre de 2016 (30,3%), el valor más alto desde la reanudación (con cambio de metodología incluido) de la publicación oficial de este indicador por parte del INDEC.