Así lo expresaron en el manifiesto que se leyó al final de la movilización, en la plaza 25 de Mayo. "No necesitamos agregar más muertes a las causadas por la pobreza, por las injusticias, por la violencia", señalaron.
Cientos de personas, con globos, banderas y carteles se sumaron ayer en la Marcha por la Vida. Desde cuatro puntos de la ciudad, se movilizaron hasta la plaza 25 de Mayo, donde se leyó un manifiesto por la vida, dirigida a legisladores y líderes políticos.
Organizado por referentes de distintos credos y organizaciones, personas de todas las edades se sumaron a la campaña que culminó con un mensaje en el que se resalta "el derecho a la vida es el primer derecho fundamental y superior a los demás y es el Estado quien tiene la obligación de garantizarlo y asegurar la existencia de cada individuo, en condiciones dignas para su desarrollo".
Así afirman: "Entonces, despenalizar el aborto es aceptar terminar con la vida absolutamente indefensa del ser humano que inicia su desarrollo. Y decimos terminar y no el eufemismo de "interrumpir", porque en teoría, lo interrumpido puede reanudarse… pero el desarrollo humano después de un aborto, no. Y si aceptamos la muerte como resolución a un problema: ¿Qué nos queda como sociedad? Ninguna persona puede arrogarse la atribución de decidir quién nace o quién muere. No necesitamos agregar más muertes a las causadas por la pobreza, por las injusticias, por la violencia".
Al finalizar, declaran puntos fundamentales: "Estamos a favor de la vida del Niño por Nacer y de la Mujer Madre. Estamos en contra del proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. El Estado debe defender la vida de cada habitante desde la concepción hasta la muerte natural, implementando políticas públicas que establezcan como prioritaria la educación sexual integral de la ciudadanía, en la que se fomente y capacite para la decisión libre y responsable de concebir una vida humana. Reconozcan la dignidad de la vida humana desde el comienzo de su concepción, pasando por todas las etapas de su desarrollo e implementen acciones tendientes a encarar las causas de la violencia hacia la mujer, que generen nuevas pautas de conductas basadas en el respeto al otro.
Acompañen y sostengan a las mujeres embarazadas en cualquier situación de vulnerabilidad, siempre defendiendo la vida del binomio: madre e hijo, sin descartar a ninguno de ellos. Acompañen, desde lo social, las situaciones de conflicto y atiendan las heridas que quedan por sanar en quienes están atravesando por estas situaciones. Faciliten los caminos para la adopción, porque somos testigos de que muchos matrimonios fueron marginados de la posibilidad de adopción porque no tenían, por ejemplo, título de su vivienda.