En el marco del 55° Curso de Rectores del Consejo Superior de Educación Católica que se realiza en Corrientes, el arzobispo monseñor Andrés Stanovnik sostuvo; “debemos mejorar la educación formal pero también la educación de la familia porque la institución educativa no puede reemplazar a lo que se enseña en la casa”.
El pasado martes inició en el Salón Auditorio de la Facultad de Veterinarias de la UNNE, el 55° Curso de Rectores del Consejo Superior de Educación Católica. El evento congrega a más de 800 docentes católicos de todo el país, se realiza por primera vez en Corrientes y tiene como lema “La revolución de la ternura en la educación”.
En este contexto, monseñor Andrés Stanovnick visitó Radio UNNE y señaló que “el lema y eje que inspira este encuentro es la revolución de la ternura porque tanto la ternura como el perdón son virtudes políticas”. Agregó que “si en un ámbito docente se pone este lema significa que toda la educación y la comunidad tendría que entrar en esta dinámica inspiradora y es un eje que debería pasar por la familia y por la sociedad, atravesando la cultura y la política y el modo de establecer nuestra convivencia social”.
“El problema está en la educación formal pero también en la educación de la familia porque la institución educativa no puede reemplazar a lo que se enseña en la casa” consideró monseñor y destacó que “es necesario repensar lo que hacemos y saber cómo podemos revertir la situación a corto, mediano y largo plazo”.
Por último y con respecto a la discusión sobre la delincuencia y la pena de muerte manifestó que “si la mayoría de la gente quiere restablecer la pena de muerte frente a la delincuencia y esto significa un retroceso terrible; porque si eso es real se habla de un fracaso rotundo en la educación” y concluyó; “la respuesta a la violencia es la educación y la revolución de la ternura”.