"Lo primero que se me vino a la mente fue Mariela", dice Lorena Fernández, que hoy cuida a los tres hijos de su hermana, asesinada en 2016 por su pareja, en Chile. Fue una de las promotoras de la ley Brisa en el Congreso Nacional, cuando el proyecto se encaminaba a perder estado legislativo. Hoy, la norma fue reglamentada.
A pesar de la demora, la reglamentación de la ley "Brisa", que brinda una reparación económica para los hijos de mujeres víctimas de femicidio , quedó plasmada hoy en el Boletín Oficial. Había sido sancionada por unanimidad en el Congreso Nacional a comienzos de agosto.
La norma Nº 27.452 crea un régimen de pagos para chicos, chicas y adolescentes cuyos padres fueron procesados o condenados por el femicidio de sus madres. El plazo para su reglamentación, de 30 días después de la sanción, había vencido. Familiares de las víctimas que se hacen cargo de los hijos de sus parientes reclamaban al Ejecutivo que estuviera en vigencia.
Finalmente, la ley fue reglamentada, según informó el Boletín Oficial en un documento que lleva la firma del presidente Mauricio Macri , el jefe de Gabinete, Marcos Peña y la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley.
Aunque no hay cifras oficiales sobre la cantidad de beneficiarios, se estima que son más de 3000 los chicos que perdieron a sus mamás y cuyos padres se encuentran presos por el asesinato. A partir de ahora, recibirán el equivalente a una jubilación mínima (8000 pesos).
El organismo encargado de aplicar e instrumentar la ley será la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (Sennaf) y los pagos estarán a cargo de la Administración Nacional de Seguridad Social (Anses). Además, se creó una comisión de seguimiento, para controlar que los pagos se efectúen. Estará integrada por representantes de esos dos organismos y del Instituto Nacional de las Mujeres (Inam).
"Los chicos perdieron a su mamá, solo el que vive un hecho tan traumático puede dar fe de lo que es", dice Lorena, por teléfono, entre lágrimas. "Es muy importante que se les asegure un plato de comida, que tengan las necesidades básicas cubiertas, y atención médica".
"Este fue un camino de hormiguita, doy fe de que iba camino a quedar en el olvido. Que ahora sea una realidad me llena de felicidad. Estamos para luchar por los derechos de los chicos, ya que sus mamás no están. Estamos para pelear", dijo.
