La Conferencia Episcopal Argentina (CEA) renovará la totalidad de sus autoridades y comisiones, en el marco de la asamblea plenaria que se reunirá desde el lunes en Pilar. El arzobispo de Corrientes, Andrés Stanovnik, podría asumir una vicepresidencia de la comisión ejecutiva, pudo saber momarandu.com.
Monseñor José María Arancedo ejerce la presidencia del Episcopado desde noviembre de 2011 y, tras seis años al frente del cuerpo, no puede ser reelegido, ya que ése es el máximo tiempo que permite el estatuto que rige el funcionamiento de la CEA.
El candidato "natural" a sucederlo es el actual vicepresidente primero del cuerpo, el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Poli, aunque otro potencial candidato en danza es el obispo de San Isidro y titular de Cáritas, Oscar Ojea, según fuentes eclesiásticas.
De la "mesa chica" del Episcopado -la llamada comisión ejecutiva- tampoco puede ser reelegido el vicepresidente segundo, el arzobispo de Salta, monseñor Mario Cargnello, mientras que el actual secretario general, el obispo de Chascomús, monseñor Carlos Malfa, cuenta con la posibilidad de ser elegido para un nuevo período, pero no está asegurada su continuidad.
Según sondeos previos, para integrar las vicepresidencias de la comisión ejecutiva se mencionan los nombres de los arzobispos de Corrientes, Andrés Stanovnik; de Rosario, Eduardo Martín; de San Juan, Jorge Lozano; como también del rector de la Universidad Católica Argentina (UCA), Víctor Manuel Fernández; éstos dos últimos -sobre todo- muy cercanos al pensamiento del papa Francisco. Además de los cargos de la comisión ejecutiva, los obispos renovarán la totalidad de las comisiones que integran la CEA. Entre las comisiones episcopales, en la estratégica Pastoral Social, su actual titular Jorge Lozano tampoco podrá ser reelecto ya que cumplió dos períodos al frente de la misma, y entre los posibles reemplazantes suenan los obispos de Merlo-Moreno, Fernando Maletti, y de La Rioja, Marcelo Colombo, que actualmente integran la comisión.
Las elecciones episcopales se producirán en el marco de la asamblea plenaria de un centenar de obispos, que se reunirá entre el lunes 6 y el sábado 11 en la casa de retiros El Cenáculo-La Montonera de Pilar, en tanto que el martes 7 es el día fijado para iniciar las votaciones, que continuarán hasta el viernes.
Están convocados a participar de la asamblea un total de 89 obispos -entre diocesanos, coadjutores y auxiliares- y también están invitados el nuncio apostólico, monseñor Emil Paul Tscherrig, y 43 obispos eméritos, aunque sólo pueden participar de las votaciones los prelados en actividad.
Para las votaciones, que se realizan en forma anónima y a través de un sistema de código de barras, cada candidato necesita los dos tercios de los votos para ser elegido tanto en una primera vuelta como para una segunda, y en caso de no alcanzar ese número se define en una tercera vuelta entre los dos postulantes más votados.
"Las elecciones en la Conferencia Episcopal no son una lucha de poder para ser el 'jefe' de la Iglesia de un país, sino una forma de elegir a quienes asumen el servicio de construir consensos y organizar las tareas que los obispos se proponen realizar en común", recuerdan desde el Episcopado cada vez que se realizan sus comicios cada tres años.