Carlos Casares es símbolo de la presencia y la historia de la comunidad judía que habita sus tierras desde 1891. Se trata de una de las primeras colonias de agricultores judíos en Argentina. Su legado cultural dejó su sello en la zona. “Tenemos visitas guiadas de circuitos urbanos y rurales desde el camino de los colonos pasando por los pueblos de Smith, Mauricio, Moctezuma y Algarrobos”, detalló la directora de Patrimonio, Museos y Turismo del municipio, Fabiana Molina. Los pueblos que integran este destino cuentan con atractivos imperdibles vinculados con la historia bonaerense, las colonias judías y la naturaleza. Es una salida ideal para esta época del año. La identidad casarense está marcada por la producción de girasol, semilla que las familias de inmigrantes sembraron en estas tierras para darle colores ocres y amarillos. Cada año en el mes de febrero la ciudad cabecera homenajea este cultivo con la Fiesta Nacional del Girasol que lo tiene como protagonista.Los parajes rurales cuentan con pintorescos cascos históricos marcados por antiguas sinagogas, ranchos de adobe de los primeros colonos y un antiguo almacén de ramos generales del siglo XIX. “En Colonia Mauricio se encuentra la casa de Marcos Alpherson quien dejó escritas las crónicas de la historia de la comunidad judía”, explicó Jennifer Zamudio, trabajadora del Museo Histórico Municipal, que abre de lunes a viernes de 08:00 a 12:00, y de 16:00 a 20:00, y domingos solo con previo aviso.En las localidades de Smith, Moctezuma y Algarrobos, fundadas entre 1841 y 1914, se pueden visitar sinagogas y el primer cementerio judío bonaerense, declarado Sitio Histórico Provincial. Viviana Ilincheta, integrante de la Sociedad Israelita, contó que se llevan a cabo distintas excursiones por cementerios regionales judíos, museos y caminos rurales. Entre los meses de abril y septiembre se realiza La Huella de los Fortines, una travesía a caballo, que recorre y conecta los distintos pagos.