El joven abogado ituzaigueño ex Director de Migraciones designado gracias a la gestión de un poderoso Senador Nacional de PJ ya fallecido y ex concejal de la Capital que ocupa el sillón de Ferré en la esquina, reiteradamente pintada de Salta y Mayo, hace gala y expresa su alegría por los aires frescos que soplaron y siguen soplando durante su mandato.
Desde que llegó, sin internas dentro de su partido y elegido personalmente por Colombi para competir por la primera magistratura provincial Gustavo Valdés supo construir de apoco un poder que ni siquiera el mismo Ricardo se hubiera imaginado que lo haría tan rápidamente.
Poco edulcorado y de perfil bajo en sus comienzos supo establecerse en los albores de su segundo período, como el gobernador con la suma del poder y el de mayor cantidad de plata.
Amante del individualismo, casi con un perfil autoritario como dicen algunos de sus ministros y correligionarios y una nueva estética personal no deja de sorprenderse dia a dia por saber que "sus cajas" que administra gozan de buena salud.
"Hay que estar bién con Fernández, cumple con el envío de fondos y cada vez es mas plata" dijo sonriente ante un grupo de amigos peronistas "ECOlógicos".
Su último año de gestión cerró, a pesar de la crisis económica y financiera del país con un saldo por coparticipacion, tentador para cualquiera de 128 mil millones de pesos. A ésto se le debería sumar los tres primeros años que ascendieron en total a los 350 mil millones.
Como muestra basta un botón, en los dos primeros meses de éste año el radical Valdés ya hizo contar los billetes enviados por Alberto Fernández recibiendo con un sapukay la notícia que lo ingresado ya superaba los 26 mil millones más.
A éste multimillonario envío mensual el Gobernador de Corrientes recibió además eventuales o extraordinarios (emergencia por incendios) más de 2 mil millones no retornables haciendo caer el reiterado relato: Corrientes una provincia discriminada.
Mucho dinero mes a mes, más la recaudación propia que nunca dió a conocer en 4 años de mandato, hacen de Gustavo Valdes un gobernador millonario.
Gobernador rico, empleados pobres.
Gobierno rico para un pueblo pobre dirían por ahí los que usan unos minutos de su tiempo para leer la cruda realidad de Corrientes superada por la tremenda escacez.