Por Matías Benz
Aún hay algunas personas que consideran que el “gamer” es aquel que está escondido en un sótano, que es un nerd fanático de la tecnología que pasa muchas horas de la madrugada sentado en una silla ergonómica, rodeado de luces fluorescentes, mientras le grita a la gran cantidad de monitores que tiene frente a sí.
Sin embargo, no hay una forma más limitada de describir a los jugadores. Desde los juegos de arcade hace ya varias décadas, se trata de una forma de entretenimiento que eligen miles de personas, de todo tipo de edades, ocupaciones y gustos.
Lo que sí sucedió en los últimos años, gracias al avance de la tecnología, fue que el gaming se profesionalizó y llegaron los esports: competencias en las que participan profesionales que se dedican full time a perfeccionar su juego, como en cualquier deporte tradicional. También las redes sociales y la conectividad facilitaron el crecimiento de una gran comunidad de streamers, creadores de contenido vinculado a juegos que, en muchos casos, lo realizan como un trabajo.
Pero el desarrollo tecnológico también permitió que los videojuegos dejen de ser cosa “de pocos” y puedan estar al alcance de una notebook. Si bien hay juegos más demandantes que otros en cuanto a potencia, sí hay muchos que pueden disfrutarse perfectamente desde una computadora “regular” o desde un celular, y esto provocó un verdadero boom de los videojuegos en todo el mundo.
Hoy hay muchos jugadores que no tienen un objetivo laboral vinculado con el gaming, sino que disfrutan de un momento de entretenimiento y socialización con amigos u otros gamers en cualquier parte del mundo. La pandemia, que limitó otras actividades recreativas, hizo que muchas personas se volcaran a los videojuegos para distenderse.
Hoy hay gamers niños, adolescentes y adultos, que disfrutan de un buen juego después de la escuela, en una pausa laboral o para despejarse luego de una jornada de estudio. Hay algunos que adquieren una buena silla para estar cómodos, que compran una computadora potente para disfrutar de los juegos más exigentes, pero también otros que prefieren simplemente usar el celular para algún jueguito en vez de scrollear las redes sociales. Tan solo en Argentina hay más de 19 millones de jugadores, casi un 50% de la población, según la Asociación de Deportes Electrónicos y Electromecánicos Argentina.
Acompañando esta tendencia, tanto el mercado de videojuegos como el de equipos para jugarlos se diversifica cada vez más. Con este público que busca equipos potentes para todo tipo de tareas, la industria se ve desafiada a innovar constantemente para que todo el poder que requieren los juegos más exigentes quepa en una notebook portátil que también podamos llevar a una reunión de trabajo sin que llame la atención.
Desde ASUS Republic of Gamers buscamos dar respuesta a esta tendencia, ofreciendo a los usuarios equipos gamer con la potencia que requieren los videojuegos, pero dentro de una notebook de 13 o 14 pulgadas, livianos y con un diseño discreto. Y en Argentina y el mundo está creciendo esta demanda porque cada vez somos más los que nos animamos a apostar a un equipo que nos acompañe en un estilo de vida sin etiquetas.