Regatas Corrientes concluyó una nueva temporada en la máxima categoría del básquet argentino ocupando el 7° lugar y aquí un balance de lo que dejó la campaña.
Pasó una nueva temporada y una nueva campaña en la Liga Nacional de Básquetbol para el Club de Regatas Corrientes. El equipo del parque Mitre jugó su 18° edición consecutiva en la élite del básquetbol argentino, en una irregular campaña con un buen cierre.
Para comenzar hay que destacar que nuevamente el elenco Fantasma asumió el desafío de ser uno de los protagonistas del torneo doméstico, armando un equipo competitivo que alternó nombres de jerarquía y experiencia con juventud. En un inicio el Remero iba a volver a participar de la Liga Sudamericana con muchas ilusiones, aunque eso se vio truncado por la suspensión de dicho certamen.
El conjunto correntino volvió a contar con Gabriel Piccato en la conducción, e incorporó un nombre de mucho peso como lo es Nicolás ‘Penka’ Aguirre, quien llegaba tras seis títulos seguidos de LNB. Este se sumó a una interesante base de jugadores que se mantuvieron, como Quinteros, Arengo, Giordano, Carreras, Fernández y Cáffaro.
Además, se apostó a un joven extranjero como Skyler Hogan que venía de una interesante campaña en Uruguay, y un interno de experiencia internacional que fue Will Davis II. El inicio no fue el que se pretendía en el Súper 20, cayendo en los cuatro primeros encuentros, sufriendo algunas bajas importantes por lesiones y sin poder avanzar a la siguiente fase.
El debut en la fase regular de la LNB fue con victoria como visitante frente a Obras, pero después el irregular desempeño del equipo volvió a hacerse presente, alternando buenas y malas en resultados. En el medio hubo cambios en el plantel y el elenco pareció encontrar un buen momento a fines del 2021 y comienzos del 2022. Se incorporaron nombres de relevancia como Facundo Faca Piñero y Gary McGhee, quien terminó consolidándose como uno de los jugadores más eficaces de la Liga.
En ese periodo Regatas sumó 13 victorias en 17 partidos. Sin embargo, la irregularidad volvió y los resultados hicieron que cerca del final haya cambio de timón: Fernando Calvi asumía el cargo de entrenador en lugar de Piccato. Allí el Remero volvió a encontrar un rumbo y encaminó cinco victorias en fila al cierre de la temporada regular, quedándose con la 6° ubicación en la tabla de posiciones, además de que tuvo la partida de Cáffaro para darle lugar al arribo de Charles Mitchell para la última parte de la competencia.
De este modo el Remero se hizo presente en playoffs al igual que en sus 17 temporadas anteriores en la Liga. En la reclasificación le tocó medirse con Riachuelo, cayendo en el primer duelo en La Rioja pero ganando ambos en el Contte para avanzar a cuartos de final. En la siguiente instancia el cruce fue contra un rival durísimo: Instituto de Córdoba. El elenco del ex Remero Lucas Victoriano posee un plantel largo con nombres de probada trayectoria en la Liga.
En los primeros encuentros en el Ángel Sandrín Regatas no tuvo buenos partidos, pero de todas maneras logró llevarlos a cierres sumamente ajustados, aunque el local lo cerró mejor en ambas situaciones y se puso match point. En la continuidad de la serie, el Fantasma se llevó el tercer partido en un choque durísimo ante su gente para alimentar las ilusiones. Sin embargo, nuevamente en un partido cerrado la Gloria se quedó con el cuarto punto y liquidó la historia. De ese modo Regatas se despidió de la temporada ante un Estadio de los Sueños repleto que reconoció a su equipo la entrega hasta el final.
Los números
En cuanto a los números a destacar, Regatas Corrientes participó por 18° temporada consecutiva de los playoffs de la LNB, cita en la cual nunca se ausentó desde su ascenso en 2004. Terminó su campaña con un récord de 26-19 (23-15 en fase regular). Además, jugó su partido N° 900 en el torneo (924 al final de la temporada), y superó su victoria con mayor diferencia: 41 puntos en el 114-73 frente a Hispano.
En estadística, culminó como el equipo más anotador del certamen y el que más rebotes tomó, promediando 87,4 puntos y 39,5 rebotes por partido (1° en rebotes defensivos 29,8), además de ser el segundo con más eficiencia con 93,6, solo detrás de Quimsa. Una de las armas del conjunto fueron los triples: fue el equipo con más triples convertidos (11,4) y el segundo con más efectividad (38,3%) detrás de Instituto.
En lo que corresponde a las actuaciones individuales Gary McGhee fue el máximo rebotero de la Liga Nacional con promedio de 10,2, segundo en defensivos 6,6 y primero en ofensivos con 3,6. Además, fue el sexto con mejor eficiencia con promedio de 18,3. Nicolás Penka Aguirre culminó como el máximo asistidor del torneo con 5,3 por partido, siendo el claro conductor del equipo. Juan Pablo Arengo fue el cuarto con más triples convertidos (2,5 por partido), mismo porcentaje que Aguirre, aunque este con menos intentos.
El máximo anotador del elenco fue Juan Pablo Arengo con 14,8 puntos por partido, secundado apenas por debajo por Penka Aguirre con 14,7 puntos, quien cuando le tocó asumió con autoridad el rol de la anotación. Piñero terminó la temporada con promedio de 12,2 puntos y Hogan 11,6.
Además, Paolo Quinteros superó los 12000 puntos en la Liga Nacional, terminando la temporada con 12053 (7° máximo anotador de la historia), de los cuales 6948 fueron para Regatas. Además, alcanzó los 2501 libres convertidos (6° de LNB) y trepó hasta la 7° posición de los máximos tripleros de la Liga llegando a los 1498 convertidos. Giordano y Arengo superaron su máxima de puntos en partidos de Liga Nacional con 30 y 29 respectivamente.