El Bayern Múnich se consagró campeón de Europa por sexta vez en su historia, ya que le ganó 1-0 al Paris Saint Germain en la final de la Champions League que se disputó en el Estadio da Luz de Lisboa, con el arbitraje del italiano Daniele Orsato. El francés Kingsley Coman, que se metió en el once inicial a último momento, anotó el único gol del juego con un cabezazo a los 61 minutos.
En el equipo francés comenzarón como titulares los argentinos Ángel Di María y Leandro Paredes, luego sustituidos en la segunda mitad, mientras que Mauro Icardi quedó sentado en el banco de los suplentes.
A pesar de que no hubo goles en el primer tiempo, el desarrollo del encuentro fue muy entretenido, con dos equipos bien dispuestos para atacar en todo momento. Así, los dos tuvieron ocasiones importantes para abrir el marcador, pero las eficaces tareas de Manuel Neuer y Keylor Navas sirvieron para que el marcador se mantuviera cerrado.
La iniciativa del partido la tomó el conjunto alemán, que imponía su presión alta para mantener preocupado a su rival, que en los primeros minutos no podía hacer pie en el partido. Sin embargo, en los primeros diez minutos no hubo situaciones de peligro frente a los arcos.
Neuer y Navas, importantes
Y a pesar de que los alemanes impresionaban mejor en el juego, la posición de Mbappé, casi como extremo izquierdo, se convirtió en el primer factor de desequilibrio en el desarrollo. Desde ese sector, el internacional francés produjo dos corridas peligrosas, que no tuvieron consecuencias. Pero en la tercera, habilitó a Neymar para que quedara mano a mano con Neuer. El brasileño midió su zurdazo, pero el portero alemán evitó el gol con su pierna izquierda. Y en el rebote, el arquero se volvió a lucir al evitar el centro de Neymar buscando la entrada de Di María.
La respuesta del Bayern llegó por intermedio de Lewandowski, que tuvo la posibilidad más clara del partido: el delantero recibió un centro en el área, giró en el punto del penal y sacó una media vuelta que rebotó en el palo.
Sobre los 20, Di María tuvo la primera ocasión después de un gran contragolpe encabezado por Neymar, pero el derechazo del argentino se fue por encima del travesaño. Ya sobre los 25 minutos, el Bayern tuvo que hacer su primera variante por la lesión de Jerome Boateng, que fue reemplazado por Niklas Süle.
A pesar del cambio, el Bayern mantuvo la iniciativa, ante un PSG que cada vez se sentía más cómodo esperando y contragolpeando con la velocidad de sus atacantes. Con sus diferentes fórmulas, los dos llegaban: los franceses estuvieron cerca de abrir el marcador con un tiro lejano de Ander Herrera, mientras que los alemanes amenzaron con un cabezazo de Lewandowski que Navas desvió a puro reflejo. Y un rato después, el costarricense debió esforzarse para tapar un centro de Coman que se fue cerrando.
Sobre el final del primer tiempo, otra vez ocasiones frente a los dos arcos, con el PSG más cerca: entre Mbappé y Ander Herrera armaron una buena combinación en el área, pero el remate débil del francés encontró bien ubicado a Neuer. Y en la réplica, Gnabry desbordó con categoría a Bernat, pero su centro bajo encontró bien ubicado a Navas para descartar el peligro.
La aparición de Coman
El comienzo de la segunda parte perdió la intensidad de la primera, con menos emociones frente a los arcos. Incluso, un golpe de Gnabry a Neymar picó el desarrollo, con amarillas para el alemán y para Paredes.
Sin embargo, cuando poco pasaba en el juego, Kimmich trepó por la derecha y envió un centro pasado para la llegada de Coman, que metió un cabezazo cruzado para dejar sin chances a Navas.
A partir de allí, el Bayern comenzó a mandar en el desarrollo y justificó la ventaja, con desbordes incesantes por ambas bandas. Agrandado por el gol, Coman se convirtió en una pesadilla para la defensa francesa, aunque el técnico Flick optó por reemplazarlo por Perisic, el jugador que había salido del once inicial para que ingresara el francés.
A pesar de ser superado en el desarrollo, el PSG se adelantó en busca del empate, a un a riesgo de sufrir en el fondo. Y tuvo una ocasión inmejorable en los pies de Marquinhos, que recibió una gran asistencia de Di María y definió cruzado, pero de nuevo apareció la figura clave de Neuer para salvar con su pie izquierdo.
Entre la confianza del Bayern y la baja de autoestima del PSG, que además perdió rendimiento con las variantes, el partido se fue decantando para los alemanes, que controlaron el desarrollo sin mayores sobresaltos. Igualmente, faltaba una oportunidad de oro para el equipo de Tuchel, que en tiempo de descuento encontró una combinación entre Mbappé y Neymar, que el brasileño no pudo definir con acierto. Así se cerraron las ilusiones del PSG, que no pudo ante el poderoso Bayern.
Si bien esta vez no pudo golear, el equipo alemán consiguió el triunfo que necesitaba para consagrarse campeón ganando todos los partidos que disputó y marcando una clara superioridad sobre todos sus rivales. Y volvió a lograr el triplete de Bundesliga, Copa Alemana y Champions, como lo había hecho en 2013.