El Rojo terminó 1-1 ante el conjunto del Federal A, que pegó primero con gol de Gonzalo Ríos. El Rojo llegó al empate con Domingo Blanco y terminó en 16avos con un 4-3 desde los doce pasos.
Independiente logró meterse en los 16avos de final de la Copa Argentina evitándose el papelón ante Central Norte de Salta, del Federal A. Empató 1-1 en los noventa minutos tras arrancar abajo para imponerse por 4-3 en los penales en Córdoba.
El equipo de Eduardo Domínguez entró dormido y pareció despojado de su obligación de ser protagonista. El rival no lo complicaba, pero el desarrollo era parejo. Para colmo, perdió por una lesión en la rodilla a Lucas González, y a los 32 minutos el error a la hora de intentar controlar un balón en el mediocampo desembocó en el gol de los salteños: Gonzalo Martínez irrumpió por izquierda y envió un centro que anticipó Gonzalo Ríos con un disparo al segundo palo, aprovechando el resbalón de su marcador Juan Insaurralde.
Pero el Rojo no se rindió y encontró la igualdad a los 46, cuando ciertamente no había reunido suficientes méritos, por una jugada personal de Domingo Blanco. El volante apareció por izquierda y, antes de entrar al área, enganchó y definió bajo y al segundo palo. También le puso pimienta al momento: festejó callando a su propia hinchada, con la que aumenta su enemistad y siguió peleando con gestos hasta el descanso.
Lo mejor de Independiente llegó en el inicio del complemento. Lucas Romero estrelló un tiro en el travesaño y Leandro Benegas otro en el palo. También Joaquín Haas intervino ante un disparo de media distancia. Pero el marcador no se movió pese al nuevo panorama y el cansancio salteño, y los penales fueron inevitables.
En la tanda, acertaron para el Cuervo Germán Lesman, Fabricio Reyes y Mauro Osores; mientras que el Rojo convirtió con Gastón Togni, Carlos Benavídez, Benegas y Tomás Pozzo. Milton Álvarez se vistió de héroe en los últimos dos tiros salteños, frente a Mauricio Suica y Enzo Serrano. Así, Independiente salvó la ropa y ganó algo de crédito con su hinchada, que finalmente lo indultó, pero no le dio para festejar demasiado. Rápido a las duchas y a mejorar para olvidar el susto.