Patronato de Paraná perdió 2 a 0 como local en su debut en la Copa Sudamericana frente a Botafogo, cómodo líder del Brasileirao, por el partido de ida de la serie que clasifica a octavos de final, y complicó sus chances de continuar su sueño internacional en un año histórico para el club y el deporte de Entre Ríos.
Con goles de Carlos Alberto y Janderson en el segundo tiempo, el “Fogão” estiró su racha positiva en la que que no pierde desde el 17 de mayo, es puntero en el Brasileirao con 10 unidades de ventaja sobre sus escoltas Flamengo y Gremio en solo 14 fechas, y está invicto en la Sudamericana.
El día en Paraná, muy frío y con lluvia, dejó una cancha donde la pelota no corría, e incluso algunas zonas con charcos grandes de agua, y otras con el césped levantado.
Por eso, los dos jugaron a cortar con faltas y a los pelotazos rápidos para los laterales, principalmente por la derecha, donde el Rojinegro hizo mucho más y arrinconó a los brasileños, con menos certeza en los últimos metros.
El Albinegro reclamó dos penales (una mano y un agarrón), pero se supone que el VAR consideró las condiciones de la cancha y posibles resbalones para no llamar al árbitro.
Patronato tuvo la primera llegada muy clara a los 42 minutos: Juan Cruz Esquivel -que jugó su último partido con esa camiseta- tomó la pelota por la izquierda, cambió la velocidad y con amagues de pierna a pierna pasó a cuatro jugadores brasileños hasta el área donde definió cruzado, y se encontró con Lucas Perri que logró extenderse y evitar el gol.
A los pocos minutos de iniciar el segundo tiempo (7m.) un cabezazo muy bombeado en la mitad llegó a Janderson y la dejó entre los defensores Ghirardello y Ojeda, pero ninguno de los dos reaccionó y el mal estado del césped les jugó una muy mala pasada.
Carlos Alberto lo aprovechó, corrió al espacio hasta el punto del penal y ante la salida de Budiño la cuchareó para que la pelota entre despacio y se abra el marcador.
Un ratito más tarde, a los 19, Nicolás Domingo tiró un mal centro y con un despeje arrancó el contraataque de Botafogo, con un ingresado Hernández muy rápido hasta cerca de la medialuna, donde se tropezó con el agua de la zona, se ralentizó y complicó.