Mark Schmidt, un médico alemán que está detenido desde 2019, confesó este martes de manera oficial que practicó dóping sanguíneo masivo a ciclistas y atletas, en el marco de la causa que se lleva a cabo en los tribunales de Múnich por la acusación de dopajes en 150 casos ,de 2012 en adelante.
En el inicio del juicio, Schmidt, de 42 años, admitió dopar masivamente "a más de un centenar de atletas y ciclistas desde 2012", aunque rechazó haber puesto "en peligro sus vidas o haber actuado por mero afán de enriquecimiento".
El médico reconoció esas prácticas en la mayoría de los casos, con algunas excepciones en la lista elaborada por la fiscalía, que incluye a 150 deportistas, según señaló el diario español Mundo Deportivo.
El juicio contra Schmidt, con prisión preventiva desde 2019 cuando fue detenido durante un operativo en los Mundiales de esquí realizados en aquel año en Austria, es uno de los casos de mayor envergadura del ámbito deportivo en la historia judicial alemana reciente.
Junto con el profesional también está acusado su padre, que presuntamente conocía las prácticas de su hijo, así como una enfermera y un auxiliar sanitario, además de otro colaborador. La defensa del médico pidió el sobreseimiento en la causa por irregularidades formales, pero su petición fue rechazada.