Comparando los precios actuales con los de noviembre de 2020, la súper cuesta $ 32 más y la premium, $ 38. El índice es muy superior al de la inflación y a las actualizaciones salariales en el mismo período.
El último incremento que sufrieron los combustibles se produjo en mayo de este año, por lo que lleva un congelamiento de ya seis meses. De cara a fin de año y con nuevas presiones empresariales para actualizar las tarifas, el acumulado anual resulta llamativo. De esta manera, a pesar de este tiempo sin cambios, el porcentaje supera en todos los casos el 50 %, si se toman en cuenta los valores de noviembre de 2020.
En este sentido, vale mencionar que la nafta súper, la de mayor demanda en el mercado local, se vendía hace un año a $ 65 el litro, mientras que ahora alcanza casi los $ 97, con ciertas variaciones de acuerdo con la estación de servicio.
De esta manera, actualmente un litro de nafta cuesta $ 32 más que sobre el final del año pasado, incremento que se materializó en un corto período de tiempo para luego dar paso al congelamiento actual, que ahora parece peligrar seriamente.
La nafta premium, en tanto (más refinada y también más costosa), se vendía en noviembre del año pasado a $ 74,50 el litro, mientras que ahora su precio en las pizarras de las estaciones es de más de $ 112. En este caso, entonces, la suba neta fue de alrededor de $ 38, comparando lo que se pagaba en las bocas de expendio hace exactamente un año.
En cuanto al diésel, las modificaciones fueron en un orden similar, por lo que los dos tipos de gasoil -el súper y el premium- cuestan ahora cerca de un 50 % más.
Los aumentos superan no solo los porcentajes de recomposiciones salariales que se dieron en casi todos los sectores, sino que también al índice de inflación acumulado en los últimos 12 meses, que no llega al 50 %.
La brecha en el comparativo podría profundizarse en los próximos días si es que el Gobierno nacional finalmente accede al pedido de los estacioneros, que solicitan una actualización urgente de al menos el 7 por ciento, y de otro 20 por ciento para el año que viene.
El reclamo ya fue realizado de manera formal, pero aún no hubo respuestas. Desde el sector empresarial piensan que esta semana o la próxima YPF sería como siempre el que dé el primer paso, siendo seguida luego por las otras petroleras.
En caso de que se apruebe actualizar el desfasaje que tienen los precios, los combustibles en Corrientes llegarían el año que viene a alrededor de $ 150 el litro.
