El derrumbe de las ventas puede ser de más de 40% respecto a las 803.000 unidades del año pasado. Desde el primer día de 2019 se patentaron 192.000 vehículos, un 50% por debajo de igual período del 2018.
Con la misma ilusión que Penélope esperaba a Ulises, en las concesionarias de autos aguardan la ansiada reactivación que, cada día, les es más esquiva. Mientras tanto, tejen en su mente los peores escenarios. Esta es la síntesis de lo que se vive en la actualidad en el mercado automotor. Con la mitad de mayo transcurrido, la ilusión de una recuperación se va desvaneciendo y, por primera vez, los vendedores de 0km creen, con cierto convencimiento, que el 2019 cerrará con un volumen de operaciones por debajo de las 500.000 unidades. Hasta no hace muchas semanas se pensaba que ese umbral era factible de romper.
“Vamos hacia las 470.000” dijo lacónico un experimentado hombre del sector que, como capitán de un submarino, va midiendo el ritmo del descenso a las profundidades más oscuras. Según estas estimaciones, el derrumbe de las ventas puede ser de más de 40% respecto a las 803.000 unidades del año pasado, muy pero muy lejos del millón al que se soñaba llegar hace tan sólo dos.
Hasta ayer, los patentamientos del mes mostraban una baja de 56% con alrededor de 15.824 0km registrados. Algo puede mejorar en lo que queda del mes pero no mucho. Los que saben de este negocio, estiman que se llegará a 36.000. Desde el primer día de este año, se patentaron 192.000 vehículos, un 50% por debajo de igual período del 2018. No sólo eso. Ya calculan que junio va a ser peor y el número mensual de operaciones podría rondar las 31.000 unidades, un nivel de debacle.
“Llegar a 500.000 vehículos, con la tendencia actual, parece imposible. Con el dólar quieto y la inflación controlada vamos a estar 20.000 o 30.000 unidades abajo. Si se complica la economía, por las elecciones, puede ser peor” señalaron desde una concesionaria líder. Hay que recordar que la segunda mitad del año es, estacionalmente, más floja porque desde octubre se empiezan a postergar ventas para enero con la intención de adquirir un modelo del año siguiente.
El derrumbe abrupto del mercado que comenzó el año pasado hizo que el stock de concesionarias, fábricas e importadores creciera fuertemente. Se calculaba que había unas 360.000 en depósitos. Al ritmo del 2018 significaba cinco o seis meses de ventas. Hoy está en 200.000. Es cierto que en volumen se redujo pero, como cayó el mercado, el horizonte se operaciones se mantiene. A poco más de 30.000 unidades mensuales, siguen siendo cinco meses.
Todo esto se produce a pesar de las fuertes bonificaciones que hay tanto de fábricas como de concesionarias que superan el 20% del valor del precio de lista. Claro que, teniendo en cuenta que la mitad de las ventas se hacían mediante financiación (crédito tradicional o planes de ahorro), por las altas tasas, esa parte de la demanda desapareció.
El dato que viene siendo noticia desde hace varios meses es que el modelo más vendido del mercado sigue siendo la pickup Hilux, por encima de autos del segmento chico como el Ford Ka o el Chevrolet Onix. El vehículo de Toyota le saca, en lo que va del 2019, una diferencia de más de 30% al segundo. Esto se explica por la fuerte demanda de sectores como el campo, el petróleo y la minería.
El resto del mercado, todo es negativo. Sólo les queda tejer y mirar hacia el mar.