La provincia mantiene buena performance, aunque se experimenta una leve baja con respecto al mismo tiempo (enero a mayo), pero de 2022. La oposición acusó el mes pasado que el año pasado no se distribuyó el excedente de coparticipación federal a salarios estatales.
Las arcas de la provincia gozan de buena salud y una elevada dependencia de los envíos de recursos desde la Nación. Ese reparto que está lejos y derriba el constante discurso sobre discriminación que blande el gobierno provincial.
De enero a mayo pasado, Corrientes totalizó $149.686 millones solamente en ingresos de coparticipación federal. A pesar de que ese monto experimentó una baja del -1,9% comparándolo con el mismo tiempo de 2022, para un distrito que no genera recursos propios es una buena marca.
Estos ingresos son los que irritan el humor de docentes y policías provinciales que desde el año pasado piden que el gobierno provincial otorgue mejoras que vayan al básico de los haberes. Incluso que los pluses sean incluidos como bonificables y remunerativos.
Otro informe económico de mayo pasado apuntó a otra entrega de recursos nacionales, las transferencias no automáticas, $2.000 millones solamente en el pasado mes. (Ver aparte)
Todo esto, dinero fresco, en medio de un contexto electoral. A diferencia de las automáticas (Coparticipación, leyes especiales y compensaciones por el Consenso Fiscal), las transferencias no automáticas no se rigen por criterios de distribución preestablecidos y pueden variar de acuerdo con diferentes circunstancias, como desastres naturales, dificultades financieras extraordinarias u otras.